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El triángulo de Sábato y la salud

Avatar del Francisco Huerta

La pandemia ha visibilizado las carencias. Ojalá este gobierno se empeñe en corregirlas

Que la salud está enferma, ha exclamado el vicepresidente Borrero luego de visitar a determinados hospitales. Quiere significar que la atención de salud está afectada por burocratismo, improvisación, desorganización administrativa y varios otros males comunes a lo público, sobre todo por variables múltiples de la corrupción.

Ayer propuso algunas de las medidas a tomar. No las comento aquí, por desconocerlas. Espero sean producto de la experiencia adquirida en las visitas y en su ejercicio profesional; también de la asesoría de los muchos expertos que en salud pública tiene el Ecuador, en colegios profesionales, en el MSP y en las universidades.

Lo destaco lleno de la complacencia que permite observar cómo la vigencia del triángulo de Sábato obtiene notables éxitos en el plan de vacunación 9/100. Más de doscientos mil vacunados en un día es un buen récord. Sin duda, alcanzarlo es producto de la oportuna coordinación del Estado con la academia y con el sector empresarial.

Esa misma política debería ampliarse a todo lo referente con el sector salud y la conducción de la república en general.

Por hoy, el esfuerzo por contener el avance de la COVID-19 está dando frutos, pero no basta la vacunación. Hay que poner orden en el desorden ciudadano que propaga con flagrante irresponsabilidad la pandemia, abriendo espacio para que lleguen al Ecuador variantes del coronavirus de alta contagiosidad y letalidad.

La salud del pueblo es la suprema ley, se dice desde la antigüedad. Tal cual sucede en muchas ocasiones, ahora es necesario defender al pueblo de sí mismo. Por supuesto, su comportamiento es producto de la ausencia de un buen programa de promoción de la salud. Nuestro pueblo es analfabeto en salud. No tiene una cultura de salud, apenas algo de cultura de enfermedad. Por eso clama por hospitales, no sabe, tal cual algunos exministros, de la importancia de la atención primaria que se puede otorgar con formidables resultados en las unidades básicas del Ministerio de Salud o de la seguridad social.

La pandemia ha visibilizado las carencias. Ojalá este gobierno se empeñe en corregirlas.