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Francisco Rosales: Dilema

Avatar del Francisco Rosales Ramos

Queda claro que uno de los dos personajes de este barullo falta a la verdad

No pueden continuar en sus funciones el presidente del Consejo de la Judicatura (CJ) Mario Godoy, o la jueza Nubia Vera que resolvió la acción extraordinaria de protección a favor de la vicepresidenta Abad.

En una actitud insólita, la jueza Vera, al término de su fallo, sostuvo ante los medios que el presidente del CJ ejerció presión para que su fallo rechace la acción de la vicepresidenta, a riesgo de ser destituida si resuelve de otra manera. Es más, afirmó “tengo el flash memory en la que me ponían cómo debía fallar”.

Godoy en un comunicado afirmó: “curioso que emita un fallo y luego salga a dar declaraciones desatinadas y desapegadas de la realidad (…) ha dicho cualquier despropósito con el fin de que este pleno no se pronuncie sobre sus atribuciones de su proceso de sanción (disciplinaria contra la jueza Vera)” Expreso 2024.12 24.

Queda claro que uno de los dos personajes de este barullo falta a la verdad. Y ni uno ni otra pueden continuar en sus cargos una vez que se establezca quién dice la verdad y quien la tergiversa. Un juez -una jueza- es indigno de administrar justicia si miente en un tema de tanta trascendencia. Y el presidente del órgano de control de los jueces menos puede seguir en sus funciones si ha irrespetado la autonomía de un juez en sus decisiones, para favorecer determinados intereses.

No se trata de estar a favor o en contra de la resolución de la jueza que dio razón a Abad. Se trata de preservar -si algo queda- la autonomía de los jueces en sus dictámenes o sentencias.

En esta columna se criticó la decisión de la ministra del Trabajo de sancionar a la vicepresidenta como si se tratase de un funcionario de tercer orden, cuando es una dignataria elegida por el voto popular, cuya integridad solo puede afectarse por las causales expresamente establecidas en la Constitución. La ministra del Trabajo habría sido una abogada conocedora de la ley laboral, pero no parece haber conocido el derecho, que no es lo mismo. O primaron los intereses políticos sobre el derecho y la justicia.