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Francisco Rosales: Trump y Putin

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La propuesta de Washington a Kiev prevé que Rusia mantenga para sí el territorio ucraniano en poder de las fuerzas rusas

En la serie House of Cards que trasmitió Netflix, consta el capítulo en el que el presidente de Rusia se come vivo a su par de los Estados Unidos en un juego de inteligencia y astucia en las relaciones bilaterales. La serie recoge el manejo de los asuntos de Estado en los entresijos de la Casa Blanca, que revelan intrigas políticas, lucha de personajes, quiebra de lealtades y furtivos encuentros sexuales.

Coincidiendo con los tres años de la invasión de Rusia a Ucrania y el segundo gobierno de Trump, que en un mes ha puesto de cabeza a Washington y ha desconcertado a Europa y buena parte del mundo, se han iniciado las conversaciones entre EE.UU. y Rusia -sin la participación de Ucrania y Europa- para poner fin a la guerra que, según la promesa de Trump, la terminaría el segundo día de su mandato.

La propuesta de Washington a Kiev prevé que Rusia mantenga para sí el territorio ucraniano en poder de las fuerzas rusas y que otorgue a EE.UU. el 50 % de las utilidades que se deriven de la explotación de recursos naturales y obras de reconstrucción de infraestructura, hasta cubrir la ayuda de Estados Unidos que, según Trump, alcanza a 500 mil millones de dólares. Si se rechaza la propuesta, terminaría la ayuda militar a Ucrania, lo cual significaría su derrota total y un triunfo para Putin, que consolidará su gobierno que ya dura más de 25 años y puede extenderse hasta 2031.

Un reciente artículo de The Economist, señala que Putin se considera mejor jugador de póker que Trump y está muy satisfecho con el inicio de conversaciones con EE.UU.

La propuesta de Washington parecería tener un enfoque puramente económico de Trump y la diplomacia americana, y que deja de lado las consecuencias funestas para la geopolítica mundial que tendría permitir que Putin consolide la anexión de territorios por la fuerza. Es oportuno recordar que la invasión de Hitler a Polonia, consentida por Europa supuestamente para evitar daños mayores, marcó el inicio de la II Guerra Mundial, que produjo la muerte de 40 millones de civiles y 20 millones de soldados.