Gabriela Panchana: Se vende. Dignidad sin estrenar.
Pienso que lo que más revela es la ausencia absoluta de dignidad, o si la tenía, estaba sin estrenar
De todo lo expuesto por la mujer más valiente del Ecuador, la fiscal General Diana Salazar, durante la audiencia de formulación de cargos en el Caso Purga, lo más inaudito fue que la expresidenta de la Corte Provincial del Guayas, Fabiola Gallardo, habría intentado ofrecerle al criminal más peligroso, Adolfo Macías, alias Fito, sus gestiones como jueza (a cambio de un beneficio económico) para confirmar el regreso del narco a la cárcel Regional de Guayaquil, donde él reinaba y de donde se fugó poco tiempo después.
Adolfo Macías había estado menos de un mes en la cárcel de máxima seguridad La Roca, desde el 12 de agosto de 2023. Hasta que un juez de la Corte Provincial del Guayas, Diego Poma, le concedió retornar a la cárcel Regional de Guayaquil. El SNAI apeló esta decisión y la causa cayó en una sala donde la Ab. Fabiola Gallardo era una de las juezas. La fecha fue fijada para diciembre 20 de 2023, pero el 13 y 14 de ese mes fueron los allanamientos por el caso Metástasis, y, su amiga y asesora, Mayra Salazar, fue detenida, y su celular se convirtió en evidencia. Gallardo pospuso la audiencia de alias Fito al 20 de abril de 2024, por miedo tardío a ser descubierta prevaricando en los chats con su amiga, la también operadora de la corrupción de Pablo Muentes y ‘compañera sentimental’ de Leandro Norero, alias El Patrón. Aquí hay material de sobra para una narcoserie.
La pretendida oferta de las decisiones judiciales de la jueza Fabiola Gallardo a favor del asesino alias Fito, además de delatar su corrupción desenfrenada, pienso que lo que más revela es la ausencia absoluta de dignidad, o si la tenía, estaba sin estrenar. Y que esa desnudez moral estaba blindada por el poder político corrupto. Por eso, Fabiola Gallardo siguió muy tranquila trabajando en la Corte, aún después de que su compinche había sido capturada por la ballesta de Diana Salazar.
Como guayaquileña me espeluzna saber que en mi ciudad funcionaba un burdel judicial al servicio de los narcos y asesinos que no han dejado de desangrarnos. Más de 200 años y aún no hemos logrado librarnos de los piratas y de sus ratas.