Gabriela Panchana Briones | Convenciones del País Al Revés
Y, lo más grave: que a nosotros, la gente íntegra, nos parezca normal que los peores canallas sigan mostrando su cara
Para quienes seguimos la política de cerca, y sabemos algo de estrategia política, resulta evidente que la presencia del expresidente Guillermo Lasso en la convención nacional del movimiento CREO no era lo más acertado. El cálculo estratégico indica que es muy pronto para exponerse a la vida pública nacional, es más provechoso mantenerse vigente con actividades en el exterior de nuestro convulsionado país.
Han pasado apenas 10 meses desde que Guillermo Lasso terminó su mandato, recortado y limitado por muchos factores, principalmente generados por el grupo de los peores, los que son capaces de destruir al país con tal de saciar su mezquindad y su vileza.
¿Cómo se le ocurre al expresidente que casi no sobrevive a los cuatro intentos de golpes de Estado, por parte de los protagonistas de los casos Metástasis y Purga, dar la cara, presentar un largo discurso, insistir en su respeto por la democracia y recordarnos los logros de su corto gobierno?
Confieso que yo también pensé que era un error el protagonismo que había optado tener el expresidente Lasso. Pero ante cada video, foto y texto de la convención donde aparecía Lasso, me empecé a cuestionar que fuera tan difícil convenir, aprobar, respaldar la presencia de un demócrata que tuvo la valentía de disolver la asamblea de golpistas y dar por terminado su mandato prematuramente, con tal de salvaguardar la frágil institucionalidad que tenemos, especialmente la Fiscalía General del Estado, que siete meses más tarde develaría los mayores casos de narcocorrupción política y judicial. Y que, al mismo tiempo, fuera tan fácil para los hampones de Metástasis y Purga: los partidos políticos RC y PSC, y la empresa generadora de relatos digitales, patrocinada por las mafias de todo tipo, seguir apareciendo sin vergüenza ni consecuencia alguna en cualquier medio, hora y lugar. Y, lo más grave: que a nosotros, la gente íntegra, nos parezca normal que los peores canallas sigan mostrando su cara, mientras pretendemos que los decentes se escondan.
Así, con esas convenciones tácitas es como hemos permitido que nuestro país sea El País Al Revés, donde ser corrupto y hábil está ‘in’, y ser honesto y torpe está ‘out’. Cambiemos.