Gabriela Panchana: Más Tolstói para Daniel

El presidente de la república y su gobierno han puesto en peligro el tesoro más preciado: el valor de su palabra
En el informe a la nación, el presidente Noboa citó al autor ruso León Tolstói en su frase: “No hay grandeza donde faltan la sencillez, la bondad y la verdad”. Sobre la bondad, Tolstói también dice que “la ambición no hermana bien con la bondad, sino con el orgullo, la astucia y la crueldad”, y esto es lógica pura, aplicable, especialmente, cuando se juntan el poder económico y el poder político en una sola persona con ambición de mantenerse en el cargo más importante del país.
Para evitar la desmesura y el descontrol que pueden surgir de la acumulación de tanto poder, hace falta, más que nada, algo que los filósofos griegos consideraban un requisito indispensable para los gobernantes: la continencia, que es la capacidad de gobernarse a sí mismo, de no sucumbir a sus impulsos. Lo contrario a la continencia es el desenfreno, muy peligroso en una persona que tiene los destinos de un país en sus manos.
Tolstói también dice: “Cada mentira es un veneno; no hay mentiras inofensivas. Solo la verdad es segura. Solo la verdad me da consuelo: es el único diamante irrompible.” En ese aspecto, el presidente de la república y su gobierno han puesto en peligro el tesoro más preciado y frágil de un político: el valor de su palabra. El 22 de mayo de 2024, Daniel Noboa anunció el inicio de la fase 2 del Plan Fénix, y, contra toda evidencia, el presidente afirmó que “en cinco meses hemos logrado devolverles la paz a los ecuatorianos, algo que nunca se había logrado antes”. Soltar algo así de falso resulta una burla a quienes todos los días seguimos viendo secuestros, extorsiones, asaltos y asesinatos.
En su informe, el presidente también creyó que sus palabras bastan para transmutar la realidad, al declarar que “recuperamos la institucionalidad del país”, al mismo tiempo que su gobierno hace malabares para desobedecer la Constitución, e impedir que la vicepresidenta asuma el cargo, durante la licencia sin sueldo que ordena la norma al presidente que busque la reelección.
Las mentiras tienen patas cortas, aunque se pongan los zapatos de plataforma que usó el presidente para la pasarela de la política electoral.