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Gabriela Panchana Briones | República para principiantes

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8. La igualdad ante la ley. 9. La idoneidad como condición de acceso a los cargos públicos

Durante los años del correato, un grupo de ciudadanos conformamos ResistenciaEC, una plataforma de resistencia civil desde las redes sociales. Hicimos varias campañas de comunicación ciudadana y divulgamos los conceptos básicos de una república. Esto último como herramienta ciudadana para combatir con conocimiento el adoctrinamiento y la indefensión inducida desde el Estado de propaganda y la concentración del poder, cuyo propósito era convertir a la ciudadanía en rebaño.

El sofista Rafael Correa no logró someternos completamente en más de diez años. No bastó la estrategia de manipulación goebbeliana, los cientos de miles de millones de dólares dilapidados, ni su carisma innegable. Y, por suerte, agotado.

Quienes luchamos contra ese populismo autoritario no permitiremos que se repita la historia, por eso hoy quiero usar este espacio para compartir los 10 pilares fundamentales de una república: 1. La alternancia en los cargos. 2. La transparencia de los actos de gobierno. 3. La responsabilidad de políticos y funcionarios públicos. 4. La separación y control entre las funciones del Estado. El poder no está concentrado en un solo individuo o grupo. 5. El imperio de la ley, y no de las personas. 6. El ejercicio de la ciudadanía, quien pone y depone a los gobernantes. 7. La práctica del respeto a la diversidad y a las minorías; la tolerancia con las ideas opuestas. 8. La igualdad ante la ley. 9. La idoneidad como condición de acceso a los cargos públicos. 10. La búsqueda de la justicia y el bien común.

A la luz de estos principios, planteados por Aristóteles y desarrollados por muchos pensadores a lo largo de la historia, es evidente todo lo que tenemos que mejorar y corregir en nuestra República del Ecuador. De nosotros depende, especialmente de quienes podemos darnos el lujo de dedicarle horas de nuestra semana a reflexionar sobre el país, su gente, y el Estado en general.

El 17 de septiembre de 1787, al salir de la Convención Constitucional en Filadelfia, Estados Unidos, una mujer le preguntó a Benjamín Franklin: “Bueno, doctor, ¿qué vamos a tener, una república o una monarquía?” La respuesta fue: “Una república, señora, si la pueden mantener”.