Gaitán Villavicencio | Entre autoritarismo y desinstitucionalización
as últimas medidas confirman su autoritarismo antirepublicano al “suspender” a su vicepresidenta
Ecuador vive ahora y desde hace algunos años una creciente policrisis con gravísimas afectaciones a todos los niveles y componentes de la realidad social, incluso en la salud mental de algunos grupos vulnerables, como los de jóvenes y adolescentes que por omisión o acción del régimen tienen como salida el suicidio, las adicciones o cooptación por las bandas. Pero ante esta compleja situación, cual Pilatos, el presidente y ministros se lavan las manos y señalan siempre que los culpables son los anteriores gobiernos.
El régimen de Noboa desde el inicio, como consecuencia de su ambición por la reelección, en lugar de haber sido un gobierno de transición con sustento multipartidista por la profundidad de la policrisis pospandemia, provocó enfrentamientos con la vicepresidenta, que él eligió; con el alcalde de Guayaquil por el quinto puente; nunca integró operativamente a las autoridades seccionales en la lucha contra la inseguridad y violencia criminal; la ausencia de una estrategia para enfrentar al narcotráfico y delincuencia organizada, entre otros problemas. Este escenario, afectado por la inexperiencia del gobierno y su comportamiento autoritario está provocando una crisis en nuestros sustentos como república al ignorar la realidad de lo público y los asuntos del pueblo; o al repudiar que el poder proviene del pueblo, de la soberanía popular; o al desechar la democracia participativa e impulsar una democracia liberal en crisis. Las últimas medidas confirman su autoritarismo antirepublicano al “suspender” a su vicepresidenta a través de un sumario administrativo, impulsado por una ministra antiobrera que bromea con la ilegal medida y sostiene que es de una directora departamental. Después, ‘el conde de Montecristo’ cargó contra los bienes de Topic y Álvarez, dizque en la lucha contra la corrupción, pero sin rendir cuentas de contratos entregados a sus familiares. Finalmente, al violar leyes vigentes y desconocer a instituciones estatales desinstitucionaliza más al Estado; o al usar organismos de este para que reconozcan que es “un mal enemigo”, o la judicialización de la política y concertar con EE. UU. el retiro de visas, entre otras medidas.