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Gaitán Villavicencio: Durán, la violenta

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Desde la misma, además se maneja el tinglado político-administrativo que destaca su valor geoestratégico

Con este título no quiero imitar a la obra del peruano Sebastián Salazar Bondy intitulada Lima, la horrible, presentada como símbolo de las profundas desigualdades sociales y del estancamiento cultural de Perú. Yo intento rescatar la memoria colectiva de lo que representa Durán para nosotros los guayaquileños. Durán es la orilla de enfrente -oriental- del caudaloso estuario del Guayas, la estación del viejo y añorado ferrocarril, una alegre travesía fluvial, los viajes de niñez a Huigra y Alausí, o las idas gastronómicas de juventud y adultez para comer caldo de salchicha y fritadas con s bielas frías en su malecón, contemplando Guayaquil. Por ello nos duele su situación actual, caotizada urbanísticamente, sin agua potable ni alcantarillado sanitario, sometida a una persistente pero creciente violencia criminal provocada por el narcotráfico y las bandas delincuenciales (285 asesinatos este año); obra del populismo, la demagogia y la corrupción público-privada y la desinstitucionalización del Estado.

Durán se parroquializó en 1902 gracias al ferrocarril transandino, se cantonizó el 10 de enero de 1986 por iniciativa de CFP durante el gobierno de Febres-Cordero y pasó de ser una atrayente urbe en pleno crecimiento demográfico y económico debido al puente de la Unidad Nacional, inaugurado en octubre de 1970, a una ciudad intermedia con una población de 295.211 habitantes, según el censo de 2022, que la convirtió en la quinta más poblada del país. Hace parte del área metropolitana de Guayaquil-AMG (población de 3’618.450) o Gran Guayaquil, como la llamó el exalcalde Nebot, quien nunca aceptó la denominación de metropolitana por motivos políticos y económicos, pero tampoco legalizó la designación que le puso. Su hipertrofiado crecimiento de Durán y su problemática actual solo se entiende en la territorialidad del AMG y su incidencia hasta la frontera sur. Su desarrollo agrícola, comercial e industrial se debe indiscutiblemente a Guayaquil, la cual también emplea a un significativo porcentaje de su PEA, convirtiéndola en una ciudad dormitorio. Desde la misma, además se maneja el tinglado político-administrativo que destaca su valor geoestratégico. Continuaremos.