Gaitán Villavicencio | Ecuador, balance 2023
Desde que regresamos al régimen constitucional, en 1979, el gobierno más ineficiente e incompetente ha sido el de Guillermo Lasso
El 2023 que está por concluir se ha caracterizado por ser violento, complicado y caótico. Podemos identificar en este año político tres momentos históricos secuenciales: el fracasado gobierno de Lasso; la muerte cruzada y la nueva administración del Estado; y la descomposición de la Administración de Justicia provocada por la narcopolítica. Desde que regresamos al régimen constitucional, en 1979, el gobierno más ineficiente e incompetente ha sido el de Guillermo Lasso, que solo duró 900 días en el poder. Frente a la segura censura por parte de la Asamblea Nacional aplicó, por primera vez, la muerte cruzada, con la clausura de esta y su limitación temporal hasta el ascenso del nuevo régimen. Su corto período gubernamental coincidió con una múltiple crisis (económica, sanitaria, inseguridad, educativa, ambiental y social) que se agravó como consecuencia de las erradas políticas ultraneoliberales aplicadas, basadas en una austeridad exagerada y en una reserva monetaria para pagar a los bonistas de la deuda externa, asesorado por gente inexperta en tareas gubernamentales. Los indicadores del caos neoliberal y ultraconservador son: 7.258 asesinatos agravados en el país (al 15 de diciembre); la extorsión creció en 390 %; han muerto o desaparecido 141 migrantes ‘forzados’ en la selva del Darién; los traficantes de migrantes amasan un negocio lucrativo de alrededor de $ 57 millones, entre otros resultados de este gobierno fallido. Y las elecciones convocadas por el CNE para un período gubernamental de 18 meses, que concluyó el de Lasso, de acuerdo a la CPE 2008, trajo un conjunto de novedades: se organizaron elecciones presidenciales y de asambleístas en la mitad del tiempo tradicionalmente programado. Mostró la debilidad de nuestro sistema político; uno solo de los candidatos era militante del partido que lo auspiciaba, pero en un movimiento reutilizado. El resto aprovechó los ‘partidos de alquiler’. Y primó la improvisación en lo relacionado a los planes de gobierno, como lo demostraron los debates y al inicio el ganador. Este proceso electoral conllevó algunas novedades como: un nuevo debate sin enfrentamientos y propositivo como el caso de Noboa (Continuaremos).