Gaitán Villavicencio | Lecciones para la democracia
¿Podrán 25 años de control autoritario del Estado impulsar la transparencia electoral?
Por los graves problemas de Venezuela, el gobierno de Maduro se vio en la necesidad de lograr un acuerdo con la oposición con la facilitación de varios Estados de la región como Noruega y EE.UU., entre otros, desde 2021. En la reunión de octubre/2023 en Barbados se suscribieron dos acuerdos, ahora interesa el relacionado a “La promoción de los derechos políticos y las garantías electorales para el próximo proceso comicial presidencial de 2024”, que es el inicio para entender el descenso del nacional-populismo chavista tras 25 años en el poder, y la fatiga de un pueblo hastiado de la pobreza y la emigración masiva, a lo que agregamos una oposición caudillista enceguecida por la ambición del poder, que reaccionó posteriormente. Las lecciones venezolanas son: 1.- Reconocer que ha habido fallas en la gestión de los modelos económico y político que implantaron desde 1999 los gobiernos de Chávez y Maduro; las duras sanciones impuestas desde el exterior por EE. UU., como el congelamiento de activos nacionales en el exterior y el bloqueo de la producción energética, medidas que siempre afectan brutalmente al pueblo y escasamente a los dirigentes en el poder; hay que impedirlas. 2.- Los problemas poselectorales actuales son consecuencia de la discrecionalidad con que unilateralmente manejaron las sanciones, como sucedió en abril/2024, cuando se reinstauraron medidas económicas por el incumplimiento gubernamental de garantías electorales acordadas. Ello destaca la ausencia de una comisión externa de seguimiento del Acuerdo de Barbados a conformarse por una diversidad de actores de prestancia, y la omisión de una estrategia comunicacional mundial. 3.- Las denuncias, incluso sustentadas, de anomalías y/o posible fraude por parte de observadores internacionales, como NN. UU., Centro Carter, el candidato González y miembros de la Plataforma Unitaria Democrática, entre otros, esquivadas por el CNE, que demostró una conducta parcializada a favor del oficialismo al proclamar reelecto a un presidente con 80 % del padrón escrutado y sin transparentar todos los resultados. ¿Podrán 25 años de control autoritario del Estado impulsar la transparencia electoral? Continuaremos.