Gaitán Villavicencio | Del triunfo del frente popular francés
Se debe impedir políticamente que Marine Le Pen alcance la presidencia en 2026
Resultó gratamente sorprendente a nivel mundial, y en Francia, la derrota de la extrema derecha, el Reagrupamiento Nacional (RN) de Marine Le Pen y su delfín para primer ministro Jordan Bardella, que triunfó en la primera vuelta electoral celebrada el 30 de junio pero no alcanzó la mayoría absoluta para conformar un nuevo gobierno (289 escaños); por la coalición del Nuevo Frente Popular (NFP), constituida por la izquierda histórica (que reunió a La Francia Insumisa, socialdemócratas, ecologistas y comunistas), el centrismo macronista y la derecha moderada (Los Republicanos) para la segunda vuelta de las elecciones legislativas, realizadas el 7 de julio, logrando mayoría de escaños por enarbolar y defender “valores republicanos y compartidos” de la Francia democrática.
Los resultados electorales de esta segunda vuelta son: encabeza la izquierda con 182 escaños; segundo puesto, el centro macronista con 168; tercero, la extrema derecha con 143; y en cuarto sitio, la derecha moderada con 46 curules.
Las consecuencias electivas son: 1. Al no alcanzar ningún partido o bloque por sí solo la mayoría suficiente para constituir un nuevo gobierno, debe salir el primer ministro del NFP a partir de un proceso de concertación, pero sin excluir a ningún aliado. 2. No se puede negar el ascenso electoral creciente del RN, que en el 2017 solo tenía 8 escaños; en las legislativas de 2022 alcanzó 89 diputados y 143 ahora. 3. El presidente Macron en un gobierno de ‘cohabitación’ debe, si quiere ser recordado como estadista, rectificar los errores en que ha incurrido, como el maltrato a los chalecos amarillos o a la ruralidad, el incremento en la edad para la jubilación de los trabajadores, entre otros maltratos al pueblo francés por su neoliberalismo. Se debe impedir políticamente que Marine Le Pen alcance la presidencia en 2026. 4. Se deberá replantear la postura geopolítica de Francia al interior de la Unión Europea por el ascenso de una ultraderecha europea unida, conformada por Urban, Le Pen, Abascal e invitados como Trump y Milei- coincidente con el guerrerista totalitario de Putin.