Gaitán Villavicencio: Violencias y narcotráfico

Nos interesa resaltar el caso de uno de estos derivados, la cocaína.
Pensamos que al respecto hay necesidad de hacer algunas aclaraciones para impedir caer en exageraciones fundamentalistas o negacionismos. Las drogas son sustancias que el ingenio humano ha descubierto, tomando y procesando elementos de la naturaleza que socialmente emplearon en rituales religiosos, festividades, ritos de iniciación o de placer desde el inicio de las sociedades humanas. Conforme fueron evolucionando los sistemas sociales hasta la contemporaneidad, estas sustancias, mayoritariamente psicoactivas fueron declaradas por los Estados como ilegales porque su consumo provocaba conductas asociales, adictivas y dependientes. También hay drogas legales, que se consumen mundialmente, como el alcohol, la nicotina y la cafeína. Nosotros solo trataremos a las ilegales, las “sujetas a fiscalización”.
Gracias a nuestra integración en el mercado mundial con el segundo ‘boom’ cacaotero (1875-1920), la agroexportación conformó unas élites dominantes con poder político por la Revolución liberal de 1895, con gran capacidad económica, que vacacionaban o residían temporalmente en París donde se aculturizaron consumiendo, entre otros, opio, y bebiendo ajenjo. Los casos más destacables: los poetas modernistas de la Generación decapitada, calificativo dado por Raúl Andrade; todos fueron consumidores de opio y suicidas, hasta nuestro Medardo Ángel Silva, que nunca viajó pero que sobrevivió, antes de matarse a los 21 años, bajo el embrujo y la nostalgia parisina.
Por lo anterior, la primera ley de control de drogas fue promulgada en 1916, la Ley de Control del Opio. Vale señalar que ya había una creciente colonia china proveniente de Perú. Según Jorge Paladines, esta ley marcó el origen del paradigma prohibicionista en Ecuador, ya que solo apuntó a un enjuiciamiento moral al consumo del estupefaciente. En 1924 se promulgó la Ley sobre la importación, venta y uso del opio, sus derivados y de los derivados de la morfina y de la cocaína, con la cual se amplió más la prohibición existente, agregando los derivados. Nos interesa resaltar el caso de uno de estos derivados, la cocaína.