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Gaitán Villavicencio: A votar por convicción

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Ciudadano lector, debemos votar con la convicción de salvaguardar la democracia participativa

Una vez más, tres veces en el mismo año, debemos y tenemos los ciudadanos, por obligación legal y evitar una multa y/o por la necesidad de un certificado exigido siempre en trámites burocráticos, que ir a votar en un proceso electoral convocado por el Estado, aunque a estas últimas se las llame “anticipadas”, por provenir de la aplicación del art. 148 de la Constitución impulsado por el presidente de la República, que lo faculta para disolver la Asamblea Nacional y autolimitar su período, y que se convoque inmediatamente a elecciones para elegir un nuevo presidente que concluya su ciclo presidencial. En esta segunda, cuando ya el electorado ha elegido a los dos candidatos finalistas pensamos que los ciudadanos hoy debemos regresar a las urnas para ejercer nuestro derecho constitucional con responsabilidad republicana y civismo, para elegir al nuevo presidente que concluya este período, teniendo en cuenta las circunstancias especiales en que nos encontramos como país. Ello también significa que está en nosotros, electores, el encargo del futuro del país para, en un corto plazo, 18 meses, elegir al que enrumbe la nave del Estado, que se encuentra al garete como consecuencia de la supremacía de intereses grupales por sobre los del Estado-Nación, por actores políticos y sociales antidemocráticos y la instauración de una gobernanza fundamentalista y excluyente. En esta perspectiva tenemos que votar teniendo en cuenta las opciones que, con imperfecciones y vacíos, nos trae el Código de la Democracia: sobre los dos finalistas presidenciales bastante se ha dicho y escrito, me acojo al silencio electoral; pero también tenemos las opciones de los votos en blanco (no me interesan las elecciones, o la política, etc.), o nulo (ninguno de los dos finalistas me representa como ciudadano por eso anulo mi voto; recordemos lo sucedido en la parroquia rural de Calacalí-Pichincha, donde los votos nulos superaron los válidos y hubo que hacer nuevas elecciones para elegir a la Junta Parroquial).

Ciudadano lector, debemos votar con la convicción de salvaguardar la democracia participativa, el Estado social y de derecho, los derechos humanos, la laicidad y el bienestar para todos, sin exclusión.