Fiestas sangrientas y con pánico

Es necesario romper ese círculo perverso, maldito y criminal de líderes presos y de manejo e intervención en la violencia urbana a través de sicarios
En la conmemoración de los 488 años del último traslado de Guayaquil al Cerrito Verde, según EXPRESO, “se registraron más de quince atentados en menos de 24 horas” a nivel nacional: el 23 de julio se asesinó al estilo sicariato al alcalde de Manta, Agustín Intriago, en un barrio popular del mencionado puerto; horas de terror se vivieron en varias zonas de Esmeraldas. Todo ello obligó al presidente, “en previsión”, a decretar estado de emergencia y toque de queda en las provincias de Los Ríos y Manabí, y en el cantón Durán. Si bien las festividades continuaron, a la población asistente se la notó inquieta y asustadiza. Ya es hora de que el Estado recupere el control efectivo y real de la Penitenciaría de Guayaquil, con sus 12 pabellones; no se puede confiar en las balumosas palabras de líderes de bandas delincuenciales hostiles (Lobos vs. Tiguerones); con los 31 muertos de estos cuatro días de enfrentamientos la sumatoria total ya llega a 500 asesinados. Es necesario romper ese círculo perverso, maldito y criminal de líderes presos y de manejo e intervención en la violencia urbana a través de sicarios y en todas las actividades ilegales. La recuperación por parte de la tutela estatal del sistema de cárceles va a permitir que se afecte de manera decidida al poder institucional estatal y al control de la psicología de masa poblacional que el crimen organizado y sus operadores aspiran a monopolizar y a intervenir a cualquier precio. Se incautaron 13 fusiles, 1 lanzagranadas, 20 armas cortas, 6.000 municiones, 6 radios de comunicación y 127 celulares. ¿Hasta cuándo la ciudadanía seguirá pasivamente espectando esta corrupción e impunidad? La Fuerza Pública, los ministerios de Gobierno, Interior y Defensa, ¿qué dicen al respecto? Este festivo mes, lamentablemente estuvo preñado de desagradables sorpresas: “la Defensoría del Pueblo advierte que la decisión de ingreso de su personal no depende de las autoridades del SNAI, sino de PPL asociadas a grupos de delincuencia organizada”. EXPRESO anuncia que el Ministerio del Interior solo ha gastado, de enero a junio de 2023, $ 8,6 millones de $ 96,9 millones de su presupuesto, pese a la inseguridad creciente”. ¿Inoperancia o incapacidad?