Entre el hartazgo y un nuevo rumbo

Estamos ante la contienda más reñida de la historia política colombiana
Hoy dos candidatos antisistema definen quién será el nuevo presidente de Colombia; por primera vez el voto ciudadano dejó afuera a los candidatos que históricamente hegemonizaron en el país a través de los partidos Conservador y Liberal; y plantea que el pueblo se hartó de lo mismo y demanda un nuevo rumbo, otra oportunidad para el cambio con el ascenso al poder de líderes emergentes que garanticen poner bases para una transformación integral. Estamos ante la contienda más reñida de la historia política colombiana entre un candidato de izquierda, sector político tradicionalmente excluido por las élites y el sistema político, que por primera vez tiene una opción de triunfo con la coalición Pacto Histórico con su plan de gobierno. Y un millonario empresario populista conservador, 'outsider', con su movimiento independiente Liga de Gobernantes Anticorrupción y una escueta propuesta a través de redes sociales, que han polarizado el escenario nacional electoral. Según las encuestadoras hay empate técnico en este balotaje.
Colombia es una de las democracias más antiguas del continente, ha sido un modelo formal de separación de poderes y de institucionalidad, pero es uno de los países con mayor desigualdad económica y exclusión social en la región, que ha enfrentado por más de medio siglo un cruento conflicto armado civil, "la guerra sin nombre", y con un Acuerdo de Paz desde 2016 torpedeado por fracciones de la derecha, que permite que continúen la violencia e inseguridad, que se agudizan por ser el primer productor mundial de cocaína. En este país por más de 150 años se han alternado en el poder del Estado dos partidos políticos tradicionales, ostentando una política elitista y clientelar que impidió nuevas opciones, basadas en la corrupción y violencia sistémica. Por ello se torna imperativo concluir un oprobioso período - dos décadas de uribismo narcoparamilitar- e iniciar una nueva etapa de transformación, donde la política se haga desde abajo, confiando en el pueblo. Dice Gustavo Petro, "la Colombia que soñamos está a la vuelta de la esquina. Solo hace falta ir a buscarla". Por el rescate social y democrático de todos los excluidos.