Municipalidad y seguridad ciudadana

Promover a las redes escolares, como a las actividades extramurales, en particular la cultura, las artes y los deportes
Ante el clamor ciudadano contra la inseguridad cotidiana, que se expresa en asaltos y asesinatos bajo la modalidad sicariato principalmente, la población siente miedo creciente y desprotección; las medidas represivas de la fuerza pública no dan resultados y parece que los gobiernos no hacen nada al respecto. Incluso en los ‘malls’ siente pánico y camina de manera desconfiada. Por todo esto, alcalde, hay necesidad de que promocione la iniciativa como estratega, ejecutor y director del combate a la violencia social y criminal, basado en un enfoque integral, inclusivo y territorial, en coordinación con instancias especializadas del Estado, empresariado y sociedad civil. Priorizar la construcción de una prisión de alta seguridad, bien diseñada y equipada, con capacidad para 5 mil PPL, donde se las clasifique y ubique por sus niveles de peligrosidad y diagnóstico psicológico; que se instaure la obligatoriedad del trabajo y la capacitación. Y de un centro de detención provisional (CDP), para infractores. Impulsar, conjuntamente con otros actores e instituciones, programas de prevención orientados a niños, adolescentes y jóvenes, que hacen el 56 % de la población de Guayaquil. Según NN. UU., “la prevención de la delincuencia juvenil es parte esencial de la prevención del delito en la sociedad”. Promover a las redes escolares, como a las actividades extramurales, en particular la cultura, las artes y los deportes; y, controlar el mejoramiento de la calidad de la educación. Entre los programas de prevención, la prevención primaria, que se orienta a las causas, a la raíz del conflicto criminal, para neutralizarlo antes de que se manifieste. Apunta a resolver situaciones carenciales criminógenas, procurando la socialización provechosa, acorde con los objetivos municipales como vivienda, trabajo, bienestar y calidad de vida, ámbitos esenciales de la misma, que operan siempre a largo y medio plazo y se dirigen a todos. Mientras, la prevención secundaria actúa más tardíamente en términos etiológicos: cuando y donde se manifieste el conflicto criminal y se exteriorice. Opera a corto y mediano plazo, y se orienta selectivamente hacia grupos sociales que exhiben mayor riesgo de padecer o protagonizar el problema criminal.