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Neoliberalismo y crisis de gobierno

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Hasta ahora el logro del Gobierno es la vacunación masiva contra covid-19, pero este éxito ‘per se’ no garantiza la reactivación económica

A casi un año de gestión del gobierno del presidente banquero del Opus Dei, decepciona colectivamente por su incapacidad manifiesta, anteojeras ideológicas retrógradas e inhabilidad de negociación política (caso del acuerdo de trastienda con el correísmo para aprobar la ley tributaria por el ministerio de la ley), que provocan políticamente más desilusión y apatía en los ciudadanos. En su defensa, debemos recordar que el régimen desarrolla su administración en un adverso y contradictorio escenario mundial -como destacó Joseph Stiglitz, “Nadie podría haber predicho los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, y pocos anticiparon la crisis financiera de 2008, la pandemia de covid-19 o la elección de Donald Trump, que resultó en que Estados Unidos se volviera hacia el proteccionismo y el nacionalismo. Incluso aquellos que anticiparon estas crisis no podrían haber dicho con precisión cuándo ocurrirían (como la invasión rusa a Ucrania)”-; y en un complejo y conflictivo contexto nacional, que acumuló tres décadas de crisis bancaria, dolarización, golpes de Estado blancos, errores y aciertos de la RC, recesión, la inepta administración de Moreno e imposiciones del FMI. Como dice el dicho: “no se puede pedir peras al olmo”; el ser banquero no garantiza la adecuada gestión de un país o un comportamiento de estadista. El plan formulado por Jaime Durán para la segunda vuelta para el candidato, no ha podido ser impulsado por el presidente y sus “libertarios” y peor por los ex-DP, encabezados por Hurtado y Vela, ni por la mesa pequeña de asesores conformada por Dahik, Noboa, entre otros conspicuos neoliberales. Más bien el régimen se ha amurallado en una fortaleza plagada de decisiones erradas y propuestas de austeridad que impiden el crecimiento de la inversión y de empleos dignos, como lo define la OIT. Hasta ahora el logro del Gobierno es la vacunación masiva contra covid-19, pero este éxito ‘per se’ no garantiza la reactivación económica, sino que debe articularse con resoluciones políticas nacionales, como democratización del crédito, reducción significativa de tasas de interés en una economía dolarizada, pero… ¿quién le pone los cascabeles al gato?