Perspectivas mundial y latinoamericana

Hay una conciencia clara de aplicar una agenda social de tendencia antiliberal. Mayor debate sobre la despenalización de las drogas y lucha contra el crimen organizado.
El finalizado año nos dejó un cúmulo de problemas lamentables -que deseamos que nunca se vuelvan a presentar- que nos permiten calificarlo como un ‘annus horribilis’, por las guerras inconclusas, crisis económicas, inmigraciones por refugio o económicas rechazadas, incremento de las desigualdades e inequidades en naciones ricas, aumento de autoritarismos en Estados calificados de democráticos, entre otros flagelos apocalípticos. Mas este novel 2023 se avizora con pronóstico pesimista por parte de los fondos multilaterales, como FMI, OCDE y BIRF, que anuncian desaceleración global por el PIB a la baja de China, EE. UU. y la UE, que podría traer una triple consecuencia: comportamiento irregular en los mercados de trabajo, elevado endeudamiento de los Estados y crecientes presiones inflacionarias (principalmente por elevados precios de la electricidad, gas y combustible por la invasión rusa a Ucrania, que conllevarían a subsidios para evitar conflictos sociales e incluso financiamiento para acceder a energías alternativas, como la solar producida por ‘huertos solares’). Pero más allá de los rituales y simbolismos que trae el inicio de año, entre los deseos de los gobernantes se percibe una situación de incertidumbre por el futuro de la democracia debido, en algunos casos, al crecimiento de la ultraderecha (Francia) o en otros por la incapacidad de una derecha desprestigiada e incompetente de lograr una salida válida (Reino Unido y Holanda). Mientras, en ALC el ascenso del progresismo se encuentra atrapado entre la crisis económica y un cierto aprisionamiento para tomar decisiones por las limitaciones de la gobernanza vigente. Las restricciones impuestas por las múltiples demandas sociales provocadas por la pandemia complican la fijación de prioridades y, por ende, generan sendas movilizaciones que son aprovechadas por oposiciones antidemocráticas, algunas con tendencias autoritarias, con escasas posibilidades de viabilidad, pero con una elevada capacidad para afectar la democracia y la convivencia. Hay una conciencia clara de aplicar una agenda social de tendencia antiliberal. Mayor debate sobre la despenalización de las drogas y lucha contra el crimen organizado.