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A votar con conciencia y civismo

Avatar del Gaitán Villavicencio

A votar con conciencia y civismo por un Ecuador democrático, con futuro y sin miedos.

Desde 2019 Ecuador ha tenido un crecimiento aluvional y ascendente de diferentes formas de violencia, particularmente de asesinatos provocados por el crecimiento desmesurado y alarmante de la economía del narcotráfico, con un aumento geométrico anual que en 2022 registró una tasa de 25 crímenes violentos por cada 100 mil habitantes y que según los especialistas se proyecta que en este 2023 podría llegar a 40 sobre 100.000 habitantes, pasando del cuarto al primer puesto en la región. Mientras que la producción colombiana de cocaína sigue también aumentando, según el organismo de NN. UU. para la lucha contra las drogas, actualmente más de un tercio de la producción del alcaloide entra por la frontera norte y nos ha transformado de “país de paso a un centro global de distribución y circulación para EE. UU, UE y Cono Sur”, que nos hace el primer exportador mundial. Este auge tiene efectos negativos múltiples, como los sangrientos enfrentamientos entre bandas por rutas y territorios, pugnas brutales por el control de las cárceles como expresión de poder y negocios ilegales, contaminación de operadores de la Justicia y de la fuerza pública, asesinatos de líderes políticos, corrupción pública y privada, secuestros, extorsiones-‘vacunas’, bombas explosivas y miedo e incertidumbre para la población. Las incapacidades gubernamentales y las limitaciones reales del Estado al respecto han agrandado las percepciones sobre la violencia y el pánico cotidiano de los ciudadanos, y la degradación de sus condiciones de vida, que están afectando la vida social y las actividades económicas.

Ecuador exige cambios; pasa por una situación de incertidumbre y ya que se encuentra temeroso y hastiado de tanta violencia delincuencial, observamos un listado de linchamientos de delincuentes; los estados de excepción han fracasado y hay desconfianza con solo represión. Que el mensaje de las urnas no sea lo mismo de siempre, de mesías que todo lo resuelven y no hacen nada; de figurones mano dura que solo forjan negociados. Pensemos en un proyecto político creíble y sustentable, que se objetive en políticas públicas. A votar con conciencia y civismo por un Ecuador democrático, con futuro y sin miedos.