El estado de decepción y la seguridad
Aquí juegan un papel categórico todos los poderes del Estado, la Policía y las FF. AA. en el control en las ciudades y en las fronteras respectivamente’.
Las ciencias sociales nos explican a través de las teorías de las formas de socialización y la teoría de la ruptura o de la anomia, el establecimiento de la conducta delictiva y la violencia.
Como sucede en Ecuador, el abandono del área de inclusión social, educación, trabajo, vivienda, servicios básicos, desnutrición infantil y adicción poblacional (drogadicción y alcoholismo) llevan al deterioro de la calidad de vida de la gente más vulnerable. Automáticamente aparece la delincuencia como una reacción de autodefensa de los sectores y ciudadanos desprotegidos, introduciéndose a la delincuencia común y la delincuencia organizada (corrupción, justicia infiltrada, narcodelincuencia, lavado de dinero, fraude electrónico, sicariato, secuestro, vacunas, etc.), convirtiéndose en un patrón que se cumple por la falta de solución a las problemáticas de larga data y las creadas por la falta de políticas públicas que no brindan seguridad ciudadana, la cual se concibe “como la preocupación por la calidad de vida y la dignidad humana en términos de libertad, acceso al mercado y oportunidades sociales”.
Aquí juegan un papel categórico todos los poderes del Estado, la Policía y las FF. AA. en el control en las ciudades y las fronteras, respectivamente, ya que tienen un papel preponderante en la seguridad ciudadana y soberanía nacional. Pero para que respondan con todo el compromiso necesitan que primero sea responsable el Gobierno, entregando el presupuesto correspondiente para este motivo, y gastando efectivamente, con base en un plan integral de seguridad ciudadana en donde incluya dotación de insumos tácticos para aplicar inteligencia, contrainteligencia, ataque, repliegue, espionaje tecnológico, recuperación de cárceles con efectivos y personal administrativo sin rostro, rotación de personal y PPL en las diferentes cárceles del país. A lo externo, atacar los focos delincuenciales con armamento automático de alto calibre y vehículos blindados.
Es primordial irrumpir como Gobierno con la raíz de la problemática delincuencial que surge desde la falta de educación, inclusión social, trabajo, vivienda y necesidades básicas insatisfechas.