Gobernanza, modelo de gestión pública
La visión de las nuevas economías sostenibles: circular, naranja, violeta, azul, verde, etc. nos lleva a pensar en un mercado con vectores definidos hacia un desarrollo productivo, en donde se creen emprendimientos y a su vez se genere riqueza, bajo políticas claras y con protección de la naturaleza y sus recursos’
Normalmente, la población a la entrada de un nuevo gobierno presenta el fenómeno de ‘renacimiento de la esperanza’, creyendo en un Estado que cumplirá con sus demandas, todas visualizadas como un factor de transparencia medular, en donde el ciudadano recobra la confianza en sus gobernantes.
En una era globalizada, los avances tecnológicos, el auge de organismos no gubernamentales y el decreciente desempeño político de la sociedad civil han provocado una crisis del modelo tradicional del Estado.
El nuevo gobierno debe estar listo para establecer políticas innovadoras y coincidir con los nuevos actores públicos y privados, que son parte de esta generación del cambio estructural del Estado transformador. Aquí interviene la preparación política con visión sostenible y refundada, sin el agusanado y ruin defecto de la corrupción, que hoy asedia a nuestro país, con estructuras públicas caducas y empíricas en política.
Por otra parte está la visión de las nuevas economías sostenibles: circular, naranja, violeta, azul, verde, entre otras, que nos llevan a pensar en un mercado con vectores definidos hacia un desarrollo productivo en donde se creen emprendimientos y que a su vez se genere riqueza bajo políticas claras y con protección de la naturaleza y sus recursos. Esto se define como la nueva gobernanza, que llevará a cualificar las acciones gubernamentales nacionales, locales e internacionales, y el manejo de la gestión pública, dando connotación real al concepto.
La gobernanza, aparte de ser la acción y efecto de gobernar, también es el arte de gobernar aplicando como objetivo el lograr un desarrollo económico, social, ambiental e institucional duradero, en el que se promueva y practique el beneficioso equilibrio entre el Estado, la sociedad civil y el mercado; y el cual toma en cuenta el interaccionar y relacionar a actores públicos y privados, concatenando productivamente a la sociedad civil y las empresas. Es este el modelo de gestión pública que se debe tomar para subsanar los errores de la gobernabilidad evidenciados en el pasado y en la actualidad.