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Migración y educación, problema y solución

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En 2022 se registró un total de 47.731 emigrantes ilegales, sin conocer el número de los que efectivamente pasan la frontera o mueren en el intento

En términos de migración, Ecuador es un país de origen, tránsito y destino de migrantes.

La migración internacional resulta un fenómeno preocupante en Ecuador, pues es la opción para muchos compatriotas de encontrar mejores oportunidades económicas y calidad de vida.

Durante 2022 el flujo de emigrantes legales fue de 1´474.593, repuntando el mes de diciembre con 233.920 personas. Hasta lo que va de 2023, el flujo está en 218.462; en enero 102.000, y en febrero 116.000, según datos oficiales del Ministerio del Interior. Sin embargo, no se especifica la emigración ilegal a EE. UU., pasando por Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Guatemala, calculando que llegan a México entre 3.073 ecuatorianos mensualmente.

En 2022 fueron deportados desde México 12.221 ecuatorianos, resultando que 3.000 fueron menores de edad. En 2022 la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE. UU. acumuló 35.510 migrantes irregulares. Sumando los dos países, en el 2022 se registró un total de 47.731 emigrantes ilegales, sin conocer el número de los que efectivamente pasan la frontera o mueren en el intento.

La migración y la educación son dos temas importantes que están interconectados. Así, la emigración ha tenido un gran impacto en el proceso de formación y evolución de nuestra sociedad por la ruptura de la continuidad educativa, la disfunción familiar y la pobreza.

El Gobierno, a la par de gobernar generando estabilidad y oportunidades en el país, debe preocuparse por dar atención directa a los migrantes en el exterior, especialmente en la educación, para que al paso que trabajan se eduquen, absorban experiencia, conocimiento en nuevas tecnologías y sistemas de producción, y así puedan regresar como agentes de transformación sistemática del país hacia el desarrollo, o en lo personal aprovechar la globalización progresiva de los mercados laborales y las sociedades para desarrollarse profesionalmente o expandirse empresarialmente, puesto que los ecuatorianos hemos demostrado capacidad y talento para ser reconocidos por los productos y servicios que ofrecemos.