Populismo a la carta

"…se convirtió en uno de los grandes populistas del mundo’"
Históricamente el populismo era un fenómeno de países con elevado nivel de pobreza, falta de educación y cultura; ya no más. Hoy es una pandemia, está en Europa, Asia y Estados Unidos, liderada por Donald Trump. Esta persona, habiendo sido duramente criticada por sus familiares más cercanos, con una fortuna cuestionada y algunos negocios fracasados, como los hoteles casinos de Atlantic City, causa de pérdida de millones a inversionistas que compraron bonos, se metió a político y se convirtió en uno de los grandes populistas del mundo. Su eslogan de la campaña presidencial del 2016 fue “Hay que secar el pantano”, en referencia a la burocracia de Washington, pero no hizo nada durante su administración.
Para reelegirse y posteriormente, atacó a la ciencia; para él no existe el cambio climático Trump on climate change report: 'I don't believe it' - BBC News; sacó a EE. UU. del Acuerdo de París; afortunadamente Joe Biden, el nuevo presidente, lo reingresó. Ha vilipendiado al CDC y a sus científicos, institución dedicada a controlar y prevenir enfermedades. Aun hoy sostiene la existencia de sabotaje en la elección presidencial. El fanatismo ocasionó que miles de seguidores se tomen el Capitolio. Trump se ha convertido en símbolo para los republicanos. Los gobernadores de ese partido han ordenado no usar mascarilla en las escuelas y la mayoría de ellas se niegan a recibir los alumnos sin dichas mascarillas. Algunos padres están de acuerdo y otros en desacuerdo, un verdadero caos. Hoy la sociedad está polarizada, ejemplo es la situación de COVID-19. Siendo el país que ha creado las vacunas más confiables, enfrenta nueva ola en contagios, hospitalización y muerte. A junio los nuevos casos y muertes diarias habían disminuido a 4.000 y 41 respectivamente; el promedio de los últimos siete días es 145.000 y 1.660. Apenas el 55 % de la población está totalmente vacunada. Como consecuencia los hospitales se están llenando de pacientes contagiados. Asombra lo que ocurre siendo la economía más grande del mundo, con las mejores universidades y el país que más invierte en investigación y desarrollo.