Recapacitar
"La excusa de que fueron mal informados, no es aceptable"
¿Qué le sucedió a un grupo importante de miembros del Club Rotario, que actuaron contrario a sus principios? No se puede callar ante un acto tan reprochable en el que ellos participaron: vacunarse antes que el personal de la llamada primera línea e incluso llamar a familiares para que se vacunen. La excusa de que fueron mal informados no es aceptable, va contra el objetivo de esa institución que es ayudar al prójimo, como lo han estado haciendo a lo largo del tiempo. El centenar vacunado debió averiguar si ya todos los médicos, enfermeras, tecnólogos y otros habían sido previamente vacunados. Diariamente se informa en los medios de comunicación sus justos reclamos.
Incompetencia, corrupción y falta de valores morales, harían que Ecuador continúe yendo cuesta abajo. El país tiene exceso de improvisados. Parece que el sector público estuviera lleno de personas incapaces y sin dignidad. El Gobierno no para de cometer errores como el de la infame página web de registro para recibir la vacuna. Es insensible frente a la tragedia de los ecuatorianos. Por falta de planificación hubo personas que como no tienen acceso a Internet fueron a cybers para poder registrarse. Enterarse de que en las cárceles no funcionan las cámaras de vigilancia, ni los detectores de metales ha sido noticia impactante para los que siempre buscan cumplir mejor el trabajo, pero no a para quienes trabajan en la mediocridad.
La incapacidad también se observa en el sector público municipal. Se necesitó inundaciones para recién limpiar alcantarillas y desagües, cuando debe hacerse antes de comenzar las lluvias. La rotación de los funcionarios públicos impresiona, el último ministro apenas duró 15 días. ¿Qué ocurre? ¿Solo se acepta el cargo para agregar a su curriculum vitae?
Ecuador está lleno de malas noticias y nos hemos acostumbrado. No hay interés por hacer las buenas. El futuro del país no se ve claramente. Hay escasez de auténticos líderes, que inspiren y motiven a lograr excelencia. La televisión entrevista a muchos con dos y tres títulos universitarios, pero pronto terminan como estrellas fugaces.