¿Guayaquil neoliberal?
"Guayaquil ha iniciado la mayoría de los auges económicos"
Retomando el tema de la semana pasada, el estudio de las ciudades ecuatorianas concluye que Guayaquil es neoliberal. No tenemos burocracia, la gente no está enseñada a recibir sueldos del Estado. Los pipones municipales desaparecieron hace décadas.
En una encuesta entre los habitantes de Quito y Guayaquil para conocer si el Estado debe tener límites, seguramente los guayaquileños responderían favorablemente. Suficiente con el experimento de la década perdida. El Estado pretendió apoderarse de nuestras vidas, y ocasionó el despilfarro y saqueo de una riqueza que no la hubo en ninguna de prosperidad anterior, ni en la del cacao. Eran años en que el Estado no tenía injerencia en la economía. A pesar de lo afirmado por los izquierdistas, que los productores y exportadores de cacao desperdiciaron el dinero viviendo en Europa, la realidad es que Guayaquil se reconstruyó con fondos propios después del pavoroso incendio de 1896. Los guayaquileños prestaron dinero a Eloy Alfaro en ambas administraciones para evitar que tomara decisiones equivocadas y perjudiciales a la economía. Se introdujo la modernidad en el país con la telefonía, electricidad, telegrafía, se crearon dos ingenios de azúcar, se establecieron numerosas empresas industriales y el comercio prosperó. En los años veinte, se instaló la primera fábrica de cemento.
Guayaquil ha iniciado la mayoría de los auges económicos: cacao, café, banano, camarones, etc. Es esfuerzo privado, no estatal.
Esta ciudad se ha caracterizado por ser innovadora. Las primeras fábricas de envases de hojalata y cartón se crearon en nuestra ciudad, la industria plástica, la fabricación de varios productos de papel, básicos para la higiene y para uso estudiantil. Llegaron los primeros autos, camiones, maquinaria agrícola, máquinas de escribir, coser, calculadoras y otros equipos contables. La Internet se inauguró en Guayaquil. La lista es muy larga.
Los guayaquileños tienen las actividades económicas en su ADN. Lo que explica que cada década hay nuevos ricos; es recompensa a su trabajo, a diferencia de los nuevos su