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Más de lo mismo para unos, enormes cambios para otros

Avatar del Guillermo Arosemena

En América Latina no es nada nuevo pasar de una ideología a otra’.

La política ha caído en total desprestigio. De ser antes una actividad noble, hoy se la usa para enriquecimiento ilícito, con las excepciones de rigor. Hay que buscar con lupa a los que viven para la política, la mayoría vive de la política, los amorales no se inmutan. El total desprestigio se debe en gran parte a la corrupción existente en el poder Judicial, institución desacreditada, que continúa cayendo en el pozo sin fondo de la deshonestidad.

Hemos llegado a tanta descomposición moral que “robar bien” es una actividad favorecida. En este entorno putrefacto la derecha ha tenido varias oportunidades de cambiar el rumbo de América Latina. No lo ha logrado, entre otras causas por no haber dado prioridad a la educación. La masa de personas que viven de ilusiones siguen votando por candidatos equivocados. Mientras el péndulo se alterne entre la izquierda y la derecha seguiremos sin rumbo los próximos decenios. En América Latina no es nada nuevo pasar de una ideología a otra. Por ello no sorprende el regreso de la izquierda.

Es en EE.UU. donde se viven cambios dramáticos en la forma de hacer política. Con Donald Trump surgió una súper extrema derecha que ha debilitado su sistema político y democracia, que han perdurado por más de dos siglos.

A pesar de ser millardario, Trump tiene delirantes fanáticos de la clase baja. Llegó a tener más de 82 millones de seguidores en Twitter. El fenómeno Trump no tiene explicación, sus fanáticos son capaces de matar por él. El asalto al Capitolio fue un acto de violencia que nunca había ocurrido. Los asaltantes gritaban “ahorquemos a Pence”, se referían al vicepresidente, que debía certificar la votación a favor de Joe Biden. Días atrás Trump atacó al FBI y al día siguiente un fanático quiso entrar a una oficina de esa institución para matar. La policía tuvo que dispararle para neutralizarlo.

Trump tiene varios juicios, por actos cometidos en contra de la ley.

Trump ataca el tradicionalismo político que permitió a Estados Unidos convertirse y mantenerse como primera potencia mundial.

El mundo vive momentos de dramáticos cambios.