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Solca: expresión guayaquileña

Avatar del Guillermo Arosemena

Siendo privado, no hay los problemas de corrupción y desorden que existen en los hospitales públicos’.

Solca, como la Junta de Beneficencia (JBG), Sociedad Filantrópica del Guayas y más de 100 instituciones, fueron creadas por guayaquileños, algunas desde el siglo XIX, para cumplir funciones que corresponden al gobierno central. Desde ese siglo, los guayaquileños han encontrado soluciones a los problemas de la ciudad; llenaron parcialmente el vacío que deja el centralismo en educación, salud y otros servicios.

Su manejo con dedicación y profesionalismo les ha permitido seguir funcionando a pesar de los problemas políticos y económicos que frecuentemente enfrentan. Actualmente el Gobierno adeuda gran cantidad de dinero a Solca y JBG.

En 1951, al nacer Solca, institución de derecho privado y sin fin de lucro, no tenía capital, solo voluntad de los fundadores para encontrar la forma de disminuir las muertes por cáncer. El fundador, Juan Tanca Marengo, se preocupó de crear Solca Quito y Cuenca. El cáncer ataca a las personas de todas las regiones. La JBG le proporcionó un edificio que queda frente al cementerio. Después de veinte años, ya con una renta, Solca compró a la JBG un terreno de 10.000 metros cuadrados a precio simbólico, para edificar su propio hospital. Lo primero que se construyó fue una pequeña unidad donde funcionan las oficinas administrativas, que estaban en el centro de la ciudad, y así estar cerca de la construcción. La obra se terminó en 1992 y se devolvió el edifico a la Junta de Beneficencia.

Tenía 13 años sin visitar la clínica privada y por mi tratamiento debo ir una vez al mes. El edificio que conocí usaba parte del terreno. Hoy está utilizado íntegramente, es un centro médico especializado con varias unidades. Siendo privado, no hay los problemas de corrupción y desorden que existen en los hospitales públicos. El área administrativa está dirigida por Ernesto Burbano de Lara; hay profesionalismo, capacidad, experiencia e integridad. Usan la tecnología para mejorar los servicios. Desde código R hasta computarización de todos los procesos. El presidente del Consejo Directivo Nacional, José Jouvin Vernaza y el resto de los miembros hacen una labor encomiable.