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Tiempo

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El presidente envía leyes que cree necesarias para el rescate del país destruido por los robolucionarios, y los miembros de la dichosa Asamblea los devuelven

Si hablamos de temporalidad, se definiría como la oportunidad de hacer algo.

Los del circo, si obreros fueran y su trabajo lo hicieran por obra, se morirían de hambre. Igual si los sueldos los recibieran por producción. Así de sencilla se me antoja la comparación pues dilapidan el tiempo en discusiones ridículas que no traen ningún beneficio al Ecuador. Todo lo contrario, ayudan a su destrucción.

El presidente envía leyes que cree necesarias para el rescate del país destruido por los robolucionarios, y los miembros de la dichosa Asamblea los devuelven, según la prensa, a veces, sin haberlas leído ni analizado. Son peores que el perro del hortelano.

El aborto de un ser concebido en acto criminal de violación quieren remediarlo con leyes, cuando en definitiva es un paso a tomar por la víctima y acaso por su familia.

La decisión tomada, si fuera penalizada implicaría una gran injusticia para con la vida de un ser que cargaría con la pena que le impuso el violador, sin temor al peso de la justicia, pues sabe que esta es ciega, lerda y manoseada por delincuentes con o sin título.

Ejemplos de violadores hay varios y muy sonados en el desgobierno. Debe haber cientos que no son denunciados pues se exponen a burlas, vejaciones e injusticias. No sigan con la corriente malsana de otras latitudes. Traten de legislar como los seres civilizados existentes en otras partes. No adopten tendencias, usen el cerebro y creen realidades para nuestras costumbres.

Olviden el odio al político que resultó elegido. Metan el hombro y pasen a la historia como las personas normales y sensatas que contribuyeron a que viva el Ecuador. La mejor recompensa llegará en su momento. Su cargo es temporal, conserven el sitio donde vivirán ustedes y sus familias. No piensen que después vendrá el diluvio pues no hay otra arca y peor un Noé. Deben hacer realidad los mandatos de los votantes que ilusamente confiaron en seres que iban a legislar y a olvidarse de los repartos con o sin maletín.

La justicia sigue postrada ante seres y acciones nefastas. Nada hace para traer a los prófugos y peor el dinero robado de manera infame.