Otro engaño

Aunque suene como un disparo al aire, luchemos por Guayaquil independiente
El Viaducto sur o Quinto puente, con la negativa del gobierno de turno, representado por el ministro de Transporte y obras públicas, se constituye en una burla más que desde las alturas le hacen a Guayaquil.
Tres gobiernos la ofrecieron durante las celebraciones de la ciudad y los tres nos engañaron. Al tenor de lo que dice la prensa escrita, esta última vez los estudios estaban adjudicados pero el financiamiento no era el más propicio. Pregunto: ¿para qué los adjudicaron entonces?
No hay plata. Eso lo sabemos, y entonces, ¿para qué son las obras autofinanciadas o las obras llave en mano
La tristeza que me embarga se debe a lo que pienso sobre la ubicación de la obra. Si era en las alturas burocráticas no dudaban en ejecutarla con el auxilio del gobierno.
Hay un decir popular que habla sobre los gobernantes originarios de Guayaquil, que se convierten en los más grandes enemigos de la tierra de sus orígenes, con excepciones muy escasas. Ejemplo tenemos con el prófugo y el salvador. Prometieron y al llegar al enrarecimiento de las alturas se olvidaron de lo prometido.
Ni siquiera la alcaldesa, por cierto, muy bien vestida ahora, ha podido contra el centralismo. En realidad no pudieron sus predecesores tampoco.
Se dice desde siempre y en el emblema de la ciudad consta, Guayaquil por la patria. ¡Ya basta! Alentemos y luchemos por Guayaquil por Guayaquil. Las rentas aquí generadas, que se usen de manera primordial en la ciudad y provincia. Lo que sobre que vaya al resto de necesitados.
¡Hasta cuándo nos ven la cara de... giles! Nada de haz el bien y no mires a quién. Hay que saber a quién se le regala nuestro dinero y sí, cobrarlo de alguna manera. Basta de falsos patriotismos
Aunque suene como un disparo al aire, luchemos por Guayaquil independiente.
Claro que no todas las obras de la región dependen del centralismo. No debemos olvidar el despliegue publicitario del "va porque va", que nos hartó y al parecer se va quedando en nada. ¿Hasta cuándo señora prefecta? ¿Se acordarían de estudiar las causas de la sedimentación o se convertirá esta obra en el cuento del gallo pelón?