Proliferan

¿En que acaba Ucrania? No hace falta ser un entendido en las consecuencias de la guerra. Terminará destruida, llorando sus muertos
Dolorosamente la humanidad contempla el accionar de un ser anormal, sediento de poder y riqueza, a quien para variar, le sobran ambas. Asistimos en es-te siglo XXI al debut de un ser al que no lo detiene al parecer, nadie. En el siglo pasado se pasearon sobre la humanidad y sus pueblos Hitler, Mussolini, Stalin, Franco, para mencionar solo a los más fe-roces. Expansión territorial, sometimiento de sus pueblos, casi aniquilación de una raza. Matanzas por doquier. Este anormal, causante de tanto dolor es peor y más peligroso que los mencionados, chi-nos incluidos, pues tiene un poder bélico pocas veces visto en años pasados. A lo mejor equiparable a los que se presentan en casi todo conflicto, porque los llaman o les interesa a su economía e industrias. A nombre de controlar o abolir armas nucleares, ahí están. Lo que dejan no siempre es mejor para el pueblo al que ayudaron. Sí, me refiero a EE. UU. Capítulo aparte son las organizaciones que deberían controlar estas acciones anómalas de los gobiernos. Pero se van en cabildeos de los que salen resoluciones que naturalmente no las aceptan los agresores y por lo tanto no ayudan al agredido. Así de sencillo. Ahora se reportan absurdos como los diálogos para conseguir la paz, matizados por la continuación de los ataques. En palabras criollas, le pegan en el suelo. Ningún pueblo merece la pérdida de vidas y la destrucción de ciudades bajo cualquier pretexto. "No voy a atacar," e igual lo hizo. Mentiroso, sinvergüenza. Parece que es costumbre en los comunistas. Así fue Castro cuando entró a La Habana, triunfante, con el apoyo de casi el mundo entero. Sin sangre en la cara se declaró marxista-leninista. Empezaba el fin de una perla poderosa en el ámbito comercial internacional. Las consecuencias las vemos todos los días y lo triste es que existen tarados que todavía creen en la tendencia caduca, obsoleta, fracasada. Se aprovechan de la ignorancia del pueblo, así mantenido para que les sirva a sus malignos fines. ¿En que acaba Ucrania? No hace falta ser un entendido en las consecuencias de la guerra. Terminará destruida, llorando sus muertos, recordando sus días felices y a lo mejor perdiendo su independencia, ante la vista y paciencia del mundo CIVILIZADO. Qué vergüenza formar parte de esta humanidad permisiva y hasta indolente.