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Así no, señora

Avatar del Ignacio Granja

Las ofertas políticas proliferan cuando se quiere llegar a un puesto de poder

Hay una diferencia abismal entre una mujer común y otra que representa a la ciudad. El ejercicio de la política es sacrificio de un sinnúmero de acciones, que se las ofrece al pueblo votante y que se debe cumplir si hay intención de hacerlo.

Se debe acabar la costumbre de prometer en campaña hasta los absurdos más grandes y adoptar la seriedad junto al cumplimiento de lo ofrecido. Lo contrario es engaño y ofensa a quienes le creyeron. Así es que hemos vivido desde que somos república, salvo muy honrosas y contadas excepciones.

Al pueblo se le enseña con el ejemplo, en cualquier acto de la vida y se torna mucho más importante la acción, más aún cuando se trata de una persona pública.

Las ofertas políticas proliferan cuando se quiere llegar a un puesto de poder. El bono de la indignidad es una forma de tratar al pueblo como mendigo, se entrega una limosna mientras la riqueza se la llevan los sabidos de siempre que proliferaron con la robolución.

Los políticos en cargos públicos, en algún momento, pasan factura. Hace poco por las redes se supo de un acto delictivo grave. El actor principal sorprendido " in fraganti" fue detenido y liberado en el acto.

El dragado va porque va, pasó el sombrero y cobró. Creí que la noticia era como para desenredar un ovillo de corrupción, pero lamentablemente hay un silencio, casi conventual. Por poco se le quema el pan en la puerta del horno a la autoridad provincial respecto al dragado. La limpieza del río de poco serviría, pues no se tratan las causas sino las consecuencias, de manera que ese trabajo se convertiría en película en serie.

Algo parecido está pasando con el quinto puente, al que se lo manosea por todos los lados. Se inventan excusas o pretextos para su demora. Al paso que vamos más fácil será hacer un río en las alturas que darle a Guayaquil lo que por naturaleza merece.

El presidente debe desconocer que existe un proyecto completo que reposa en algún cajón del Ministerio de Transporte y Obras Públicas. Grave situación si así fuera.

La obra pública es la manera de generar empleo y demostrar honradez, tan menospreciada casi siempre. En el costo total de una obra se incluyen todos los "extras" y naturalmente lo termina pagando el pueblo por cualquier vía.