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Inés Manzano: Las diferencias necesarias

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En honor a la verdad es un trabajo muy duro y de constancia el lograr las reformas en un ámbito netamente político, donde todo se vende

Como ninguna acción satisface a nadie, es mejor entonces hacernos una pregunta: ¿Esta Consulta Popular fortalece la democracia o no? ¿Entendemos la diferencia entre Consulta Popular y Referéndum? Hay que decir que consultas populistas, clientelares, con cambios complejos sin operatividad, son las que debilitan la democracia. Queda claro que las 11 preguntas de la Consulta lo que quieren es acordar una agenda política nacional, un camino para los actores políticos y desde esa perspectiva no parece mala idea, que todas las instituciones tengan esa columna vertebral, y fortalecer la democracia. Y se hubiera llamado Referéndum si solo se formularían preguntas para enmienda constitucional.

Uno de los partidos políticos, el PSC, ya ha manifestado su desazón con las preguntas esperando “mas” (si supieran que nosotros los ciudadanos esperamos mas de ellos hace muchísimo tiempo), pero que no se oponen a las preguntas, y que el camino escogido por ellos será el de hacer reformas constitucionales desde la Asamblea en varias materias. En honor a la verdad es un trabajo muy duro y de constancia el lograr las reformas en un ámbito netamente político, donde todo se vende: el alma, los valores, las creencias, las ideologías.

¿Qué preguntas o cuestiones deberíamos tratar adicionalmente? Podrían ser: 1. Destrabar la comprensión del Art. 74 de la Constitución para aprovechar nuestro potencial de mercado de carbono; 2. Cambiar los porcentajes que el Estado se reserva en contratos de acceso a recursos genéticos y no quedarnos por fuera de la investigación y desarrollo del biocomercio; 3. ¿Cómo los ciudadanos pueden hacer cumplir al Presidente un mandato popular como sucedió en el ITT?. Pongámonos en el lugar del 60 % que votaron que se deje de explotar, y de repente aparecen grabaciones donde el expresidente Lasso dice que no va a cumplir con la no explotación y el actual presidente recibe un ministerio y empresa pública como Petroecuador sin haber iniciado una sola acción para detener la explotación de crudo teniendo 12 meses para hacerlo de acuerdo al Referéndum del 2023. Es grave, es un atentado a la democracia -aun para personas que no estuvieron ni están a favor de dejar el crudo bajo tierra sin planificación-. Según la Constitución el Consejo de Participación Ciudadana entre sus deberes y atribuciones tiene la de investigar denuncias sobre actos u omisiones que afecten a la participación ciudadana o generen corrupción; y no existe ninguna investigación al gobierno anterior sobre esta afectación. También dice la Constitución en su Art. 106 que el pronunciamiento popular será de obligatorio e inmediato cumplimiento. Sino es como decía Margaret Thatcher que los referéndum o consultas son “el instrumento de los demagogos”.

Estamos en el mismo barco, la expectativa es alta para el cambio, si hay países que salieron de situaciones inhumanas a través de la participación pública como el Apertheid en Sudáfrica, o el plebiscito de Irlanda del Norte para encontrar la paz, Ecuador también puede salir de la corrupción, impunidad, e inseguridad; y estar listos para los desafíos y oportunidades importantes que nos depara el estar globalizados y ser megadiversos.