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Inés Manzano: Enverdeciendo el comercio

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La pérdida de la biodiversidad se ha ido incrementando y solo si tomamos medidas y nos planteamos objetivos ambiciosos podremos revertirla en el 2040

Los científicos de la NOAA (Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica) han hecho un estudio de los 10 años más calientes (2016; 2020; 2019; 2017; 2015; 2022; 2018; 2021; 2014; 2010). En el 2016 tuvimos el año de mayor calor en el mundo, y se deduce que 2023 también lo sea; ambos años coinciden con un fenómeno climatológico como El Niño. La misma institución traslapó los datos con las emisiones de carbono a la atmósfera, y desde el año 1980 han estado a la par emisiones y calor (antes habían periodos de enfriamiento del mundo); en 60 años hemos cambiado la temperatura mundial.

El otro dato importante es que la pérdida de la biodiversidad se ha ido incrementando y que solo si tomamos medidas y nos planteamos objetivos ambiciosos podremos revertirla en el 2040. En Latinoamérica, de acuerdo a un estudio de la WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza) se ha perdido 75 % de la biodiversidad.

En diciembre 11 de 2019 la Unión Europea presentaba el Acuerdo Verde Europeo. Los principales objetivos de este son una Unión Europea neutra en carbono para 2050 y un desacoplamiento del crecimiento económico y el uso de los recursos. Y no es una ley en sí misma, sino una estrategia política general, que describe las ambiciones y los objetivos en diferentes sectores políticos.

Hay ocho áreas claves que componen el Acuerdo Verde y todas impactan al comercio, como por ejemplo, movilizar la industria a una economía circular; o preservar y restaurar los ecosistemas y la biodiversidad. Y crear el pasaporte europeo para los productos que ingresen a la Comunidad, recopilará datos sobre un producto y su cadena de suministro, y pondrá esta información a disposición de todas las partes interesadas, incluidos los consumidores, para que puedan comprender mejor cómo son los productos que utilizan y su impacto.

Desde el año 1992, a través del Acuerdo de Cooperación con la Comunidad Europea, Ecuador delineaba como política pública el proteger el medio ambiente del comercio internacional, sin que sea un barrera no arancelaria. Asimismo, en 2008 nos volvimos un país que protegía la naturaleza como sujeto de derecho, un hecho inédito, pero que establecía que su sistema de producción tenía que proteger la naturaleza. Y esto parece bastante lógico, pero requiere volver a observarlo cuando geopolíticamente todo ha cambiando en el mundo, incluso la provisión de materias primas o ‘commodities’.

De acuerdo al Foro Económico Mundial se requiere descarbonizar la cadena de suministros, indicadores climáticos, control de la polución del aire y contaminación del agua, transición energética, cambio climático. Pero yo agregaría, por las condiciones actuales de que la seguridad es un factor de riesgo para este comercio (por ejemplo carreteras como la de Quevedo a Santo Domingo, la de El Empalme, Vinces y San Juan son peligrosas para la parte logística; así como el clúster camaronero, que se encuentra precisamente en la ciudad más peligrosa del Ecuador: Durán), desventajas comerciales porque agregan costos no contemplados en el producto final.

Hemos iniciado una era en donde lo ‘verde’ debe ser, más que criterios sostenidos por la organización, una materialización de ese cambio, con transparencia.

Enverdecer el discurso político debe llevar a enverdecer el comercio y que sea nuestra estrategia competitiva.