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"La sociedad al parecer está permitiendo, escondiendo, promoviendo el daño a las mujeres. Pero, ¿cuáles son nuestros derechos garantizados en la Constitución?"

Es reclamar algo a lo que se tiene derecho. En India protestaron por meses las mujeres que se sentían amenazadas por una ley que establece negociar directamente con las corporaciones privadas cuando vendan sus productos agrícolas; se sienten indefensas, son analfabetas, no saben cómo solicitar un préstamo, una beca o una compensación por la muerte de su esposo. Heredan deudas, tienen dos trabajos, promueven el desarrollo agrícola, mantienen la seguridad alimentaria de su país.

En Ecuador la situación es igual. A más de no saber qué es violencia psicológica o económica, no esperan nada de la justicia cuando las agreden, y hasta las asesinan impunemente en el vientre materno. La sociedad al parecer está permitiendo, escondiendo, promoviendo el daño a las mujeres. Pero, ¿cuáles son nuestros derechos garantizados en la Constitución?: • Derecho a la vida desde la concepción.

• Derecho a la atención gratuita, prioritaria y especializada en los ámbitos público y privado como mujer embarazada, al parto y posparto.

• A servicios de salud sexual, reproductiva, e integral.

• A no ser discriminadas por su embarazo en los ámbitos educativo, social y laboral; disponer de las facilidades necesarias para su recuperación después del embarazo y durante el periodo de lactancia.

• A recibir protección y asistencia humanitaria emergente por desplazamiento forzado y acceso a alimentos, alojamiento, vivienda y servicios médicos y sanitarios.

• A no ser discriminada en derechos colectivos entre mujeres y hombres.

• A la integridad personal: física, psíquica, moral y sexual y a una vida libre de violencia en el ámbito público y privado.

• A participar y decidir en la justicia indígena, con las autoridades de las comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas, con base en sus tradiciones ancestrales y su derecho propio, dentro de su ámbito territorial.

• A la igualdad de derechos y oportunidades en el acceso a la propiedad y en la toma de decisiones para la administración de la sociedad conyugal.

• Al hábitat y vivienda digna, para lo cual el Gobierno desarrollará planes y programas de financiamiento para vivienda de interés social para las mujeres jefas de hogar.

• A la representación paritaria en cargos de nominación o designación de la función pública, y en los partidos y movimientos políticos. En las candidaturas a las elecciones pluripersonales se respetará su participación alternada y secuencial.

• A políticas de igualdad, con enfoque de genero.

• A la igualdad en el acceso al empleo, a la formación y promoción laboral y profesional, a la remuneración equitativa, y a la iniciativa de trabajo autónomo.

• A protegerla contra toda forma de discriminación, acoso o acto de violencia de cualquier índole, sea directa o indirecta, en el trabajo.

• A la seguridad social progresiva por trabajo familiar no remunerado en el hogar.

• A acceder a factores de producción.

• A tener un Consejo Nacional para la Igualdad.

Entonces, desde aquí volver a revisar las más de 1.600 normas legales existentes sobre la mujer, educando para el futuro, liderando con el ejemplo en nuestras esferas familiares, sociales y laborales, para alejarnos de ese 64,9 % de violencia contra la mujer (INEC); y reinvindicar estos, nuestros derechos. No nos dejen solas ni atrás.