Lo bio está ‘in’

La situación de nuestro país es que no ha tenido nunca regulaciones técnicas de bioseguridad. Hay un capítulo en un reglamento pero el comité encargado recién se inaugura en este periodo presidencial’.
En el primer editorial de este año compartí mis cinco apuestas para este 2022. Aprovecho para explicar cada una. Ya lo hice con el tema de aborto. Esta vez lo dedico a la Biotecnología.
En el año 2020, Emmanuelle Charpentier y Jennifer A. Doudna recibieron el Premio Nobel de Química por CRISPR/Cas9, que abrió la posibilidad de cambiar el ADN de animales, plantas y microorganismos con alta precisión. Ya se utiliza para nuevas terapias contra el cáncer y se espera que pueda ser de ayuda para curar enfermedades de origen genético. Una explicación sencilla es: se identifica un virus, por ejemplo, y esta tecnología lo que hace es un símil, como una tijera genética que recorta esa parte genética de la bacteria, para hacerla inocua. Así lo hizo por primera vez Charpentier con el famoso Streptococcus pyogenes, una de las bacterias que mas daño causan a las personas, como meningitis.
Desde que Charpentier y Doudna descubrieron las tijeras genéticas CRISPR/Cas9 en 2012, su uso se disparó. Se pudieron desarrollar cultivos que resisten el moho, las plagas, la sequía. Se está utilizando en ensayos clínicos de nuevas terapias contra el cáncer y se espera que pronto pueda contribuir a curar enfermedades hereditarias. Ha revolucionado la ciencia.
A esto llamamos biotecnología. A todo el conjunto de técnicas, procesos y métodos que utilizan organismos vivos con la finalidad de generar y/o mejorar bienes y/o procesos. Y hay más biotecnologías en uso y auge en este momento, como los Dedos de Zinc y Talen.
Respecto de la agricultura y sin caer en un transgénico, en Ecuador podría mejorarse las variedades a través de semillas que hayan usado esta biotecnología, donde el resultado final de la semilla no es un gen adicional y distinto -lo que las asimilaría a un transgénico-; sino que es una semilla igual que cualquiera que se puede importar, pero en cuya composición genética ha sido “recortada” una deficiencia, que no sabríamos si se desarrollaría o no en el cultivo, porque mucho responde al estrés en que la planta se encuentre, pero que se anticipa para que el cultivo no sea transgénico sino uno productivo y ¡sin agregarle nada!
A esto llamamos Producto Editado.
La situación de nuestro país es que no ha tenido nunca regulaciones técnicas de bioseguridad. Hay un capítulo en un reglamento pero el comité encargado recién se inaugura en este periodo presidencial. También tenemos diversas competencias que deben esclarecerse, ¿es Senescyt, el Ministerio de Ambiente, Agricultura o Salud? Deberá ser dependiendo del área. Se necesita definir con urgencia cuándo el Estado debe entender que es biotecnología riesgosa o experimental, una prohibición del art. 401 en la Constitución. ¿Es CRISPR una biotecnología experimental luego de 10 años en el mundo científico y con Premio Nobel de por medio?. Asimismo, tenemos una sentencia de la Corte Constitucional en la que se consideró inconstitucional el art. 56 de la Ley de Semillas, que permitía la investigación en transgénicos con fines ‘investigativos’, pero que definió con acierto que la biotecnología es importante y necesaria.
Lo vuelvo a decir, lo bio esta ‘in’ cuando ayuda al ser humano y sus riesgos son inexistentes o controlados.