Iñigo Balda: 4.998
No creamos que esto es un fenómeno solo de tierras lejanas. Francia y Alemania concentran el mayor número de ataques y quemas de iglesias del mundo
En 2023, 14.766 iglesias fueron atacadas, quemadas o vandalizadas, 4.125 cristianos detenidos por su fe y 4.998 asesinados por ella. A algunos estas cifras les impresionarán, a otros nos le dirán nada. Alguno hasta las comprenderá y le parecerán bien. Lo que estas cifras, ocultadas por gran parte de la prensa occidental, significan es que los cristianos están siendo perseguidos (sobre todo en África y Asia) y casi a nadie le importa. La defensa o abstracción a los hechos lamentables es siempre la misma: la Iglesia está pagando siglos de abusos.
Yo soy de la idea de que todo se paga, en esta vida o en la siguiente, pero aquí la Iglesia no es la que está siendo castigada, sino personas normales, como usted y yo que, por el simple hecho de creer en algo en lo que la mayoría de gente donde ellos viven no cree, son presionadas, atacadas, desterradas y a veces hasta pagan con su vida.
Es el ejemplo de Nigeria, donde ocurre casi el 90% de asesinatos de cristianos en el mundo. Boko Haram, una milicia terrorista que practica una forma de islam extremo es el culpable de una gran parte de estos números. Además, esto ocurre casi con total impunidad ya que el gobierno de Nigeria, a pesar de que el año pasado hubo casi 4.700 asesinatos por motivos religiosos en el país, niega que se trate de una persecución religiosa. En otros lugares de África, como Sudán, Sudán del Sur, Mali y otros 25 países de la región con presencia del mal llamado Estado Islámico, ocurren atrocidades de todo tipo, aunque afortunadamente en estos casos no siempre terminan en asesinatos, como en Nigeria.
Asia es el otro gran foco de la persecución a cristianos, sobre todo la región de Medio Oriente y el subcontinente de la India. Una vez más el mal llamado Estado Islámico tiene mucho que ver, sobre todo en zonas de Irak y Siria, así como en Pakistán, partes de la India y Birmania (Myanmar). En el resto de Asia se busca el control, como en China, donde se debe estar registrado; Corea del Norte, donde debe practicarse en secreto si se tiene una fe, ya que la dictadura comunista es especialmente cruel si la tiene, cualquiera que no sea en el líder supremo.
No creamos que esto es un fenómeno solo de tierras lejanas. Francia y Alemania concentran el mayor número de ataques y quemas de iglesias del mundo. Mucho debido al crecimiento descontrolado del islam, pero el problema no es la religión, sino la importación de imanes de fuera que promueven una lectura radical del Corán y de la no integración con los infieles.
Aquí, al lado de nuestro Ecuador, tenemos el ejemplo de Nicaragua, donde curas, obispos y fieles que desafían al dictador Ortega yendo a la misa de los “curas díscolos” son metidos en prisión o perseguidos.
Se estima que 365 millones de cristianos sufren de persecución en el mundo, de 76 países. 312 millones de ellos en niveles “altos o extremos”. A pesar de ello, no escuchamos de ello, pasamos página o trivializamos. Nadie alza la voz. Pero si se persigue a terroristas que se consideran adalides de una u otra religión no cristiana, vemos como el mundo se levanta y se desgarra las vestiduras. A pesar de esto, hay misioneros de toda edad, raza, y proveniencia que dejan todo para ir a ayudar a la gente a vivir su fe en estas zonas. Eso es valentía.