Iñigo Balda | Herramienta social
Quizás son valores que debemos fomentar para poder construir una sociedad distinta
Gran parte del país se desveló el sábado por la noche para ver la pelea por el título del peso gallo de la UFC de Marlon ‘Chito’ Vera contra ‘Suga’ Sean O’Malley. Después de cinco largos y duros ‘rounds’, nadie contuvo la respiración ante la obviedad del que sería el resultado del puntaje: por unanimidad, los jueces dieron el triunfo a Sean O’Malley. Gran parte de los ecuatorianos aplaudimos y nos sentimos orgullosos de Chito a pesar de la derrota, pero siempre salen los oportunistas que aparecieron a festejar que Chito haya perdido por A o B motivo, ninguno relacionado con lo deportivo.
Aquí y en todas partes nos gustan los ganadores, pero para ganar muchas veces hay que perder. Y en eso en este país somos potencia mundial; mas no por falta de talento ni por falta de ganas, sino por falta de infraestructura, financiación y apoyo al deporte nacional. Ya cuando ganan, todos nos colgamos la medalla, y algunos se sienten partícipes de ello sin haber estado allí cuando el deportista más ayuda necesitaba para lanzar su carrera.
Este verano se celebrarán los Juegos Olímpicos en París y muchos deportistas ecuatorianos irán con mucha ilusión después de todo un ciclo olímpico de preparación, para poder conseguir la marca para clasificarse al evento más grande del deporte, y de más élite; algunos incluso van a defender sus medallas olímpicas. Pero todos tienen algo en común: el testimonial apoyo por parte de las diferentes organizaciones deportivas nacionales, sobre todo cuando comenzaron a practicar deportes muy minoritarios en nuestro país.
Todos podemos estar de acuerdo en que Ecuador tiene muchas urgencias y por ello la inversión en deporte no es algo prioritario, pero a lo mejor estamos enfocando esta inversión mal, y lo vemos como un gasto en lugar de lo que puede ser: una herramienta de educación en valores, cultura del esfuerzo y otra forma de alejar a la juventud de las calles y brindar oportunidades de otro tipo. Vivir del deporte es muy complicado, y llegar a la élite lo es mucho más; pero los valores que da el deporte son para siempre. En un país donde muchas veces no valoramos el esfuerzo, sino el atajo, quizás son valores que debemos fomentar para poder construir una sociedad distinta.
¿Quién conocía a Neisi Dajomes hasta que ganó la medalla de oro en halterofilia en los Juegos Olímpicos de Tokyo 2020? ¿Y a Tamara Salazar, ganadora de la medalla de plata también en halterofilia en Tokyo 2020? Yo no, pero disfruté muchísimo verlas radiantes, llenas de orgullo por sus logros; y supongo que igual todo el país. Lo mismo cuando vimos a Richard Carapaz ganar, primero el Giro de Italia y después el oro olímpico en ciclismo de ruta. Obviamente, cómo olvidar a Jefferson Pérez en 1996. Todos estos deportistas siguieron sus sueños con todo en contra, poca ayuda y una vez que ganaron ya todo se volvió un poco más fácil. Así hay miles de casos en el país, que con un pequeño empuje podrían llegar mucho más lejos. Somos cuna de grandes deportistas por conocer, grandes logros por conseguir y metas por conquistar. Neisi, Tamara, Richard, Jefferson, Chito y muchos otros son y serán las referencias, pero como sociedad debemos ser los acólitos para nuevos talentos.