Iñigo Balda: La OTAN y el Pacífico
La paz que se firme en Ucrania va a tener muchas consecuencias, y China está muy atenta a la resolución...
Cuando la ayuda internacional empezó a llegar a Ucrania desde todas partes del mundo, pero sobre todo desde Estados Unidos, nadie se preguntó si era en forma de ayuda o de préstamos. Pues bien, ahora el presidente de Estados Unidos Donald Trump está pasando la factura al presidente de Ucrania Volodímir Zelenski; mientras negocia una paz al conflicto entre Rusia y Ucrania, sin dar un asiento en la mesa negociadora a los ucranianos.
No podemos olvidar por un solo segundo que el agresor en este conflicto, quien lo empezó con sus afanes expansionistas hacia el oeste, invadiendo Ucrania, fueron los rusos, provocando un conflicto que lleva ya cuatro años, miles de muertos y millones en gasto militar, civil y dejando un país por reconstruir.
Trump, para poner fin a este conflicto, pide poco a los rusos. Aunque no sabemos qué, ya que las negociaciones son cerradas, pero yo dudo que los rusos firmen una paz sin ganar territorio ucraniano pues para ellos, ganar el puerto de Sebastopol sería una victoria estratégica geopolíticamente hablando, ya que mejoran sus posiciones dentro del mar Negro. Ucrania jamás firmaría esa cesión, ni aunque los rusos le permitan la entrada en la OTAN, o lo que queda de ella, si es que sigue existiendo después de este conflicto, porque Trump se ha desmarcado de la posición de sus ‘aliados’ de la OTAN con respecto a las negociaciones de paz. Trump está tomando una posición equidistante ante Rusia, y endureciendo su posición con Ucrania, pidiéndoles que les cedan la explotación de tierras raras para así cubrir la factura del conflicto, mientras los europeos se posicionan claramente con Ucrania -la agredida, no lo olvidemos-, exigiendo a Trump volver a la senda de la legalidad y del bloque OTAN. Dicho sea de paso, Europa es el principal comprador de gas ruso, y lo ha seguido siendo a pesar del conflicto, financiando gran parte de la guerra a ambas partes, por lo que algo de hipocresía hay desde el lado europeo.
¿Cuál es el futuro de la OTAN? Estados Unidos en general, y en esta presidencia en particular, saben que el futuro de la geopolítica está en el océano Pacífico, y Estados Unidos quiere enfocar más su defensa y su enfoque global hacia esta zona del mundo. China es el principal rival de Estados Unidos, tanto económica como políticamente, a pesar de que son interdependiente entre los dos, algo que no hemos visto a este nivel jamás. Pero para poder enfocarse de lleno en el Pacífico hay dos lastres importantes que zanjar: terminar el conflicto ucraniano, o por lo menos que deje de ser una sangría; y el segundo ya lo consiguieron con los acuerdos de Abraham, que es estabilizar de cierta forma el Medio Oriente, dejando muy aislado a Irán. Para todas estas cosas, la OTAN es irrelevante, por lo que a Trump le sobra una organización defensiva donde Estados Unidos tenga que cargar con la factura, cuando casi ninguno cumple con el mínimo de invertir el 2 % del PIB en defensa.
La paz que se firme en Ucrania va a tener muchas consecuencias, y China está muy atenta a la resolución, ya que si Trump consigue una paz negociada en la que Rusia se salga con algún pedazo de Crimea, puede ser tomada como una luz verde para acciones en Taiwán.
