Iñigo Balda: Vox populi, vox Dei

La gente se ha hartado y está saliendo a las calles a protestar. Hasta 60 % de los votantes del PSOE están en contra de la amnistía.
Los resultados de las elecciones de julio dejaron un panorama en el que habría que pactar sí o sí para gobernar. España es una democracia parlamentaria, en la que votas por los diputados de tu provincia como representantes y 350 diputados que conforman el Congreso. Esos 350 diputados son los que votan por el presidente de gobierno, una vez que el rey de España proponga un candidato. Para ser presidente debes conseguir mayoría absoluta en la primera votación (176 diputados) o en segunda votación, tener mayoría simple. Los resultados de julio dieron como ganador al Partido Popular, pero sin capacidad de lograr pactos para gobernar. Pedro Sánchez, quien ya estaba gobernando en el llamado ‘gobierno Frankenstein’, con una amalgama de partidos que van entre el partido comunista, independentistas radicales de derecha e izquierda, catalanes y vascos, así como el partido conformado por los terroristas de ETA, ha aprovechado esto. En el periodo presidencial anterior, sus socios no le pidieron más que cosas pequeñas; esta vez, al ver la debilidad y el afán de poder de Sánchez, han forzado hasta ver cuánto podían pedir. Sánchez está dispuesto a darles todo, y esto ha levantado a la gente. ¿Qué ha cedido? Por el momento, con negociaciones aún abiertas, ha cedido millones de euros en infraestructura que saldrán del presupuesto de otras comunidades, creando desigualdad, aparte de ceder a Cataluña infraestructuras viales y ferroviarias que por ley no pueden ser cedidas a comunidades autónomas, y hasta una quita de 15.000 millones de euros de deuda (ahora piden la totalidad de la deuda) que se le dio a la comunidad más quebrada, Cataluña, que provienen del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), donde quien más aporta es la Comunidad de Madrid, que tiene 0€ de deuda con el FLA. Pero es sobre todo la amnistía de criminales políticos por todo tipo de crímenes cometidos en las últimas décadas en Cataluña lo que más ampollas levanta. Esto no solo incluye todos los actos de violencia callejera durante las revueltas en Cataluña, en las que cerraron el aeropuerto al invadirlo, quemaron contenedores y el centro de Barcelona, intentaron quemar el edificio de la Policía en la Vía Laietana; sino que también incluye todos los actos de corrupción institucional de desfalco público que se han cometido durante décadas en Cataluña. Políticos perdonando a políticos por conseguir favores políticos.
La gente se ha hartado y está saliendo a las calles a protestar. Hasta 60% de los votantes del PSOE están contra la amnistía. Todos los sindicatos de Policía han mostrado su malestar con esta resolución. El sindicato mayor de jueces ha sacado varios comunicados explicando la ilegalidad de gran parte de lo pactado, en especial la amnistía, y el tribunal constitucional. El letrado de las cortes, quien debe decidir sobre la legalidad de las leyes presentadas ha sido removido de su cargo y en su lugar han puesto uno a dedo, afín al gobierno de Sánchez, que piensa aprobar la ley de la única forma que puede hacerlo: por la puerta de atrás, mediante un decreto ley, para que no haya debate en las cortes, pese a que la podría aprobar con todos los grupos que sustentan su gobierno.
Las manifestaciones pacíficas en toda España tienen como epicentro las sedes del PSOE, en especial la de Madrid en Calle Ferraz. El lunes por la noche, tras cuatro noches de manifestaciones constantes, la Policía recibió la orden de cargar contra los manifestantes y dispersarlos con gases lacrimógenos, a pesar de su naturaleza pacífica. En las revueltas catalanas, la Policía jamás cargó ni tiró gases lacrimógenos pues desde arriba no les dejaban. La sensación en las calles de España es que está en juego la democracia.