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Una oportunidad única

Avatar del Iñigo Balda

Este es un gran momento para la derecha chilena, que espero no dilapide.

Gabriel Boric, presidente de Chile, se ha llevado otro varapalo en el intento de la izquierda chilena de cambiar la actual constitución vigente desde 1980, durante la dictadura de Augusto Pinochet.

El primer varapalo fue el rechazo a la constitución redactada mayormente por fuerzas de izquierdas al poco tiempo de la toma de poder de Boric por el 62 % de los chilenos.

El segundo fue este domingo. Dentro del marco de la segunda elección de asambleístas constitucionales, que serán los representantes llamados a elaborar un segundo intento de constitución para remplazar a la vigente, el partido republicano del conservador José Antonio Kast sacó mayoría de representantes, con 22 de los 51 candidatos a elegir, con el 35 % de votos (50 políticos y 1 representante de los pueblos indígenas chilenos).

¿Por qué es un fracaso personal del actual presidente de Chile?

El primero es el más evidente, pero el más importante: al sacar el 28 % de los votos, que se traduce en 17 representantes, ese número es 4 menos de los 21 que necesitaba para poder tener veto presidencial en lo que se redacte. Si a eso le sumamos que el partido Chile Seguro, de centroderecha, sacó 21,5 % de los votos (11 representantes), los representantes de derechas y centroderecha suman una mayoría amplia y absoluta con 33 representantes.

Estos números inquietan a Boric, quien ha hecho un llamamiento a pactos nacionales y de consenso para la elaboración de la nueva carta magna, algo que, seamos honestos, ni empujó ni le pareció importante en la carta magna anterior, al punto que hasta la izquierda la rechazó.

Este es un gran momento para la derecha chilena, que espero no dilapide.

Kast se ha mostrado muy contrario en el pasado a cambiar la constitución chilena, y yo estoy mayormente de acuerdo, ya que si una cosa funciona bien, no hay que cambiarla.

Los chilenos van por el mundo golpeándose el pecho, de izquierda y de derechas, del progreso que ha tenido su país, y eso en gran medida tiene que ver con tener figuras políticas maduras democráticamente, que han sabido jugar bajo las reglas que enmarcar una constitución bastante abierta. A su vez, también puedo entender que a la izquierda le incomode la constitución vigente.

El dato más relevante del día es el 21% de votos nulos y blancos. Este voto se debe a que la mayoría de los chilenos no ven necesario cambiar la constitución, y ven todo esto como un paripé político, otro más de una izquierda cada vez más infantilizada por el presidente Pokémon.

Kast tiene en su mano un regalo: demostrar que gobierna para todos los chilenos.

Pocas veces un candidato a presidente tiene el poder real para demostrarse presidencial sin estar en el poder y Kast va a poder hacerlo. ¿Cómo aprovecharlo? Hay mil maneras.

Puede hacer una constitución muy de derechas y así comprobar todos los estereotipos con los que lo tachan desde la izquierda, sobre todo el de ultraderechista y con afán de poder absoluto; o puede hacer una constitución con cambio mínimos, que acepte cosas cosméticas que le gustan a la izquierda para que se sientan escuchados y así tener una nueva constitución de mínimos, con el espíritu de la anterior, pero con piel nueva.