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Sonido de libertad

Avatar del Iñigo Balda

Tanta persecución da mucho de qué pensar, sobre todo cuando escuchas a políticos hablar de retirar la edad legal para tener relaciones...

Yo siempre quise pensar que, no importa lo que creas, en qué creas o quién seas, la gran mayoría del mundo nos podemos poner de acuerdo en que la esclavitud y la pedofilia son dos lacras que deberían ser abolidas. Para sorpresa ya de nadie, pues vivimos en un mundo con una moral rota, no es este el caso, como está demostrando la película Sonido de libertad (Sound of Freedom). Esta película se basa en una parte de la vida de Tim Ballard, un agente especial del Departamento de protección de fronteras de EE. UU. (Dep. of Homeland Security), que cansado de perseguir al consumidor final de pornografía pedófila, pide permiso para ir detrás de las mafias que ejecutan estos crímenes y liberar a los niños. Hay que decir, ya que es una de las críticas que recibe este filme, que como una gran parte de películas basadas en hechos reales, se toma libertades en cuanto al tiempo en que ocurren los hechos relatados, exagerando o dándole un empaque más de cine para enganchar al espectador.

Vi esta película este fin de semana y la cinta dirigida por el mexicano Alejandro Gómez Monteverde me pareció muy bien hecha, tratando un tema muy complicado con estilo, jugando con sombras, miradas y sugestión, sin recurrir a sensacionalismos para remover todo tu interior. Pero esta misma película ha generado muchas ampollas en Hollywood, en la prensa y hasta en lo político.

Las críticas que ha recibido por parte de Hollywood y la prensa en general van desde que exageran la vida de este señor, y que cuenta mentiras de cómo funciona la trata de blancas, esclavitud y las redes pedófilas. Sin embargo, entre las principales se destaca la de que es un filme de propaganda elaborado por conspiranoicos de Q’Anon, una teoría conspiranoica de Estados Unidos que dice que las élites estadounidenses financian las grandes redes internacionales pedófilas para sus beneficios personales. El estudio, Ballard y los actores han rechazado estas alegaciones, distanciándose de ellas y llamándolas de todo, desde erradas y desafortunadas, a profundamente enfermas y retorcidas, aparte de sin fundamento, ya que una cosa no tiene nada que ver con la otra.

La película está recibiendo una campaña de desprestigio como nunca he visto. Muchos cines no han querido ponerla o han pedido el importe de las entradas por adelantado. Otros cines, en las salas donde se emite la película, dicen que está dañado el aire acondicionado, misteriosamente, a nivel de todo Estados Unidos, únicamente en las salas en las que se proyecta esta película. A su actor principal, Jim Caviezel, sus agentes por 17 años lo han dejado como cliente. Con la cantidad de películas moralmente vacías, con la cantidad de basura que llena las salas de cine todos los meses, yo no puedo encontrar un solo pero a esta película y fui a verla con lupa para entender cuál era el problema, el porqué de tanto revuelo. Tanta persecución a una ‘peli’ normalita da mucho de qué pensar, sobre todo cuando escuchas a políticos hoy en día hablar de retirar la edad legal para tener relaciones sexuales, dejando abierto al consentimiento mutuo cualquier acto, a cualquier edad; pero para tomarte un whisky, 18 años. Esta es mi opinión e invito a que vayan a verla y saquen las suyas.