Juntos

Alianza CREO-PSC. Conversando con un amigo sobre este evento, nos preguntábamos en qué país estábamos. Bélgica, Suiza, Noruega, Alemania. Cualquiera sirve. ¿Pero Ecuador? Imposible. Palabras en el aire que nos dejaron sin reacción. Ajenas a nuestro diccionario. “Bien común”. “Unión”. “Sacrificio”. Tal vez las hemos escuchado, pero como ataque y propaganda. Esta vez no fue una cuña ni un lugar común. En Ecuador se dejaron los egos políticos de lado. Lo escribo y no lo creo. Quiero poner un “al parecer” en algún lado. ¿Qué nos demuestra esta alianza? (i) Los resultados que se obtienen cuando se negocia desde una posición de poder. El PSC ¿obtuvo la vicepresidencia? ¿Una lista en común para la Asamblea? Nada. O muy poco. El apoyo formal a la consulta, un premio consuelo. CREO no permitió su colonización. ¿Por qué? Primero, no lo necesitaba. ¿No se firmaba en acuerdo? Seguían su camino. Solos. Como lo van haciendo desde el inicio de la pandemia. Y segundo, por una madurez política notable. En las alianzas anteriores por permitir elementos externos en sus filas terminaron (empezaron) traicionados. Con el PSC no iban a correr tal riesgo. Peor conociendo su historial. (ii) La falta de estrategia se paga. Nebot se demoró en anunciar que no sería candidato. De ahí, más indecisión. Trató con Otto, declinó. Sondeó a Noboa, declinó. Esto muestra pasos agigantados de madurez política en -repito- Ecuador; y que la falta de decisión se paga caro. Cuando lanzaron a Cristina era muy tarde. El olor de chimbadora lo tenía impregnado. Se conoció su nombre y llegó a un 6 %, resultados que hubiesen sido la extremaunción del partido. Con la alianza se salvan de mostrar esos números. Con gigantescas diferencias, los dos ganan. Lasso se reafirma como el candidato de una tendencia y ratifica el voto de Guayaquil y Machala, donde aún pesa el recuerdo de la 6. Nebot, al verse perdido no nos arrastró con él. Hay un tercer punto. La alianza ¿nos demuestra la amenaza real que perfiló el correísmo? Aunque entre esto y la imagen patética que nos brindó “presentándose” ante el CNE, no ha tenido una buena semana.