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¿Trump positivo?

Avatar del Irene Vélez

"Trump se personifica como héroe. Pero en este intento puede terminar en la historia como el villano"

Trump contagiado. ¿Cómo afectará esto el rumbo de la elección? No hay una respuesta sobre piedra, en especial por la excepcionalidad del caso. ¿Ganará? ¿Perderá puntos? Lo que podemos realizar son proyecciones a partir de situaciones más o menos semejantes. ¿Qué ha ocurrido cuando otros mandatarios han sido diagnosticados con COVID? Boris Johnson y Jair Bolsonaro son ejemplos que sirven. El primero recibió empatía del público. Simpatizaron con su sufrimiento y enfermedad, y en consecuencia su imagen no se deterioró; por el contrario. Con Bolsonaro ese no fue el escenario. La población lo asumió como consecuencia directa de su irresponsabilidad frente a la pandemia. Por haberse burlado, por haberla minimizado. Empatía, cero. Generó indignación hacia el mandatario. ¿Dónde queda Trump en este escenario? Según el sondeo realizado por Político, más de 56 % desaprueba la gestión del presidente en relación a la pandemia; consideran que su enfermedad es un efecto directo de la forma en que decidió manejarla. Pero más importante: tras la noticia, el 36 % del electorado tiende a creer menos en el presidente. El mito de “todo lo puedo” empieza a derrumbarse. No solo eso, demuestra que creerse infalible trae consecuencias reales. ¿Y ahora? Los demócratas deberán saber cómo jugarla. Al principio optaron por no atacar. Enviar sus mejores deseos de recuperación. Si golpeaban “al caído” corrían el riesgo de ser percibidos como cínicos. Trump solo pudo actuar como mejor sabía. Reforzar su narrativa. Ahora resulta que con COVID y todo se siente mejor que hace 20 años. Que los equipos médicos de EE. UU. son tan efectivos que salió rejuvenecido. A no tenerle miedo. A no dejar que conquiste la vida. Era la única respuesta que le quedaba. Su regreso a la Casa Blanca fue el de Rambo. Aquí busca ganar la simpatía de quienes quieren que esta pesadilla de COVID termine, y volver a la normalidad. Pero no deja de ser una estrategia arriesgada, e incluso un insulto para quienes han perdido familiares y su salud. Trump se personifica como héroe. Pero en este intento puede terminar en la historia como el villano.