Impunidad internacional

Estados Unidos acaba de acusar de genocidio al ataque ruso en Ucrania. Pero hay más
Y usó la palabra genocidio. Y parece haberla usado en el momento preciso porque nadie siquiera ha girado la cara con gesto de sorpresa.
Biden ha llamado genocidio al resultado de los actos bélicos rusos en Ucrania, introduciendo en la conversación lenguaje sugestivo del derecho penal internacional. Han pasado varias semanas con uso creciente de terminología asociada con crímenes de lesa humanidad y que, cual presunta acusación, podría conducir a cortes penales internacionales.
El detalle es que tanto Estados Unidos como Rusia (y China) juegan un rol particular en el derecho penal internacional. Un rol selectivo que los pone entre los países que no se someten a las reglas de la Corte Penal Internacional de La Haya. Ni Estados Unidos, ni Rusia (ni China) se encuentran entre los 123 países que han ratificado el Estatuto de Roma que funda dicha Corte.
Esto significa que ninguna de sus autoridades o de sus ciudadanos puede ser llevado a juicio en La Haya. No importa el tipo de atrocidad ni el nivel de presión que ejerza la opinión pública internacional, los nacionales de esos países están al margen de responder sobre sus actos ante el mundo.
Así que con motivo de la guerra de Ucrania bien valdría poner en perspectiva que los países cuyo rol en estas guerras es el más determinante, los países que protagonizan o son árbitro de los principales conflictos, no se someten a las reglas a las que se someten todos los demás países. En un mundo en el que la información circula, la transparencia prima, los escándalos tumban gobiernos en pocas horas, las tres principales potencias del mundo se mantienen ajenas al único sistema que ha ingeniado la humanidad para evitar la impunidad en las peores atrocidades.
Esos son los huecos que tiene la globalización moderna. Esas son las limitaciones que acompañan al concepto de ciudadano global. Esto es el triste resultado de la pobreza y politización del debate sobre derechos humanos. Cuanto será que adolece de relevancia inmediata para la gente este tema que no ha llegado a generar calor para los protagonistas del bien y el mal internacional.