Jaime Rumbea: Interrogantes

Cuando en 2008 la Constitución de Montecristi cambió todo el andamiaje institucional de nuestro país, puso a andar un nuevo procedimiento para hacer leyes. Este permitió que, durante el período correísta, se aprobarán hasta cinco reformas fiscales en un solo año, gracias al trámite de “carácter económico urgente”.

A diferencia del tiempo indefinido que se pueden tomar los asambleístas para hacer una ley cualquiera, este trámite está diseñado para no tomar nunca más de tres meses. Fácil: hasta un mes entre el envío del proyecto desde el Ejecutivo a la Asamblea y sus dos debates en pleno. Hasta un mes para que el presidente vete o promulgue; si veta, lo hace parcial o totalmente. Queda un mes para que la Asamblea tramite en dos debates el veto, allanándose o ratificando el texto inicial, con mayorías específicas para cada caso.

Simplificando, si no se cumplen estos plazos, el proyecto entra en vigencia automáticamente.

Hasta dos proyectos económicos urgentes pueden tramitarse en simultáneo si es que hay emergencia nacional. Por eso es difícil para un presidente utilizar esa atribución más de cuatro veces en el año, cosa que ha sucedido creo ciertas veces desde 2008.

Esta semana fueron anunciadas iniciativas legislativas del Gobierno que habrá que conocer qué forma toman en su trámite. Se habla de dos proyectos.

En estos tiempos, ¿sabe el presidente que la Asamblea actuará con rapidez, evitando los plazos máximos?

Un tema que ha inquietado a los gobiernos en el tiempo, respecto al trámite económico urgente, es que estos proyectos suelen contener reformas fiscales que solo pueden entrar en vigencia para el año fiscal siguiente, siendo publicados en el presente. Qué normas alcanzarán su aplicación en el calendario fiscal 2025 depende fuertemente de la celeridad del trámite.Va a ser un fin de año legislativo dinámico.

La forma en que se gestionen estos proyectos permitirá entender el estado de la política en Ecuador y su impacto en la vida de todos.