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Nómadas digitales

Avatar del Jaime Rumbea

Tiene el ministro de Turismo, si decide usarlas, las cartas para una caída y limpia que podría transformar al país’.

La idea de atraer a los “nómadas digitales” del novel ministro de Turismo es de avanzada.

Será por su juventud o por su ‘expertise’ práctica, que el ministro apunta proactivamente al ojo del huracán. Desurbanización, migración, deslocalización o virtualización son algunos de los desafíos globales que esta idea ataca, con consecuencias inusitadamente positivas para el país.

En lo económico: sin necesidad de visitar la cacofónica Asamblea, la legislación ya prevé potentes incentivos tributarios; la exoneración total de impuesto a la renta para inversiones nuevas en turismo es terreno fértil para empezar. El dólar facilita las cosas para el visitante. El costo de la vida es competitivo en relación a las economías originarias del éxodo urbano global. Los inmuebles son aún aquí de los más económicos de la región, lo que ya convirtió a Ecuador en destino para la anterior generación de nómadas digitales: los retirados. El portal International Living nos ranquea como lugar predilecto de residencia semipermanente. Aunque cientos de miles pasan meses del año aquí, en sitios como Cuenca, Quito, Vilcabamba y todo el Litoral, no ha despegado más este segmento porque el incentivo al turismo inmobiliario, legislado y reglamentado, ha sido denegado por Mintur y el SRI.

Que nuestra población, sobre todo joven, se codee con pares preparados, de cualquier origen y especialidad -de industrias modernas que permiten deslocalización- es el mejor intercambio cultural y académico. Ayudar a nuestras nuevas generaciones a salir del pueblo chico infierno grande, hace honor al eslogan gubernamental de más mundo en el Ecuador. Las universidades deben apalancar la llegada de talento.

Por último, como lo descubrieron hace muchas décadas las grandes potencias, no hay mejor política exterior que la aculturación. Tener embajadores ‘ad hoc’, convencidos de las maravillas de nuestra tierra, circulando por el mundo en espacios que sus ahora hermanos migrantes no necesariamente logran capturar con la misma rapidez, es el mejor escenario para promover la imagen y los intereses de nuestro paisín.