Facturación electrónica

Se acaban las ventanillas de caja y los comprobantes físicos que luego hay que andar llevando como empleado privado del servidor público’.
La reforma tributaria de finales de 2021 incluyó un mandato para precipitar la adopción de facturación electrónica.
Todos los RUC, con excepción del RIMPE (Régimen Simplificado de Negocios Populares y Emprendedores, antes RISE), deben estar emitiendo facturas electrónicas hasta final del año.
En el Reglamento a la Ley para el Desarrollo Económico y Sostenibillidad Fiscal, la Transitoria Segunda dice: “la incorporación en el plazo máximo de un año al esquema de facturación electrónica incluirá, no solo a los sujetos pasivos del impuesto a la renta, sino también a las entidades del sector público, incluidos los distintos niveles de Gobiernos Autónomos Descentralizados y Distritos Metropolitanos, quienes deberán haber además, dentro de dicho plazo, incorporado esquemas de liquidación de valores, cobro y/o pago de los mismos y emisión de comprobantes de pago por dicha vía”.
Con esto el SRI sabe en tiempo real cuántas facturas se emiten y por cuánto. OCDE mide hoy facturas y contratos digitales en tiempo real para evaluar el desempeño económico.
Por eso la citada transitoria es importante. Los negocios de cierta importancia económica suelen requerir intervención de notario e impuestos municipales. Cuando todo comprobante de pago sea digital, no habrá motivo para que se impriman o “materialicen” los contratos y se firmen en papel, obligando traslados, molestias, costos e impacto ambiental; el comprobante electrónico se incorporará cual adjunto orgánico al protocolo digital.
Atención quienes reconocen que poco o nada han aprendido de la transición digital: el valor legal del documento electrónico no está dado por su expresión gráfica, aquella que vemos y leemos los humanos en nuestra herencia del mundo físico, sino en los datos (metadatos) que vienen embebidos en el archivo y no son legibles por humanos sino por sistemas. Nada importa el PDF que aún se envía (o se imprime, perdiendo todo valor legal) esperando confirmar recepción: sistema emisor, receptor y SRI interoperan y cuentan con los datos desde la emisión.
La transformación digital viene a las buenas o a las malas.