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El invierno que se viene

Avatar del Jaime Rumbea

Crisis política, crisis financiera y El Niño: un momento de transición para que más jóvenes se despavilen

Las elecciones se acercan y entramos -¿para variar?- en un momento crucial: cambio político, crisis financiera y un fenómeno de El Niño. Las decisiones que tomemos en las urnas definirán el futuro, pero sobre todo el de los más jóvenes.

Los jóvenes adultos que votan son bisagra para nuestro país, tanto como lo será el siguiente invierno. En un mundo de cambios rápidos, la participación de los ‘millennials’ y ‘centennials’ es esencial. ¿No entienden ellos mejor que otros lo que está pasando? Me pregunto cuánto podemos aportar los más experimentados si la evidencia nos muestra que no lo hemos hecho antes. ¿Experiencia en qué?, me pregunto con cinismo, cuando miro dónde nos encontramos.

Los jóvenes tienen el poder de cambiar el rumbo. Su energía e ideas frescas pueden revitalizar la política. Esta elección no es solo sobre líderes, es sobre establecer políticas para el futuro. Conforme pasan los años las personas van protegiendo más y más el ‘statu quo’, que es el que nos tiene como estamos.

Incluir a los jóvenes en las viejas conversaciones aporta nuevas perspectivas y soluciones. Debatir en foros digitales e imprimir velocidad en las cosas nos hace falta. De entre los líderes de siempre, ¿hay alguno del que creamos que podemos esperar aquello?

La apatía es un desafío en la participación juvenil. Los jóvenes deben entender que sus votos cuentan y que las oportunidades que se lleva la corrupción de sus mayores deberían ser de ellos. Allí son subutilizadas las redes sociales. En lugar de tomar el camino fácil de la polarización, la simplificación y el bailecito de TikTok, las campañas políticas pueden difundir información y escuchar ideas. La tecnología acerca a los jóvenes a la política, haciéndola más accesible.

¿Por que no ver también estas elecciones como un nuevo comienzo? Involucrar a jóvenes en el proceso crea compromiso a largo plazo. Cuando ven el impacto de sus acciones continúan defendiendo sus creencias.

Ninguna de las ideas que he compartido viene con garantía, obvio. Pero a contrario, llevando al extremo la idea, ¿que garantía trae hacer lo mismo de siempre?