Querramos o no

Inevitablemente somos parte del gran debate sobre nuestros propios datos personales
Los datos personales han sido llamados el petróleo de la nueva economía: son, para los mercados de servicios, de contenidos, información y conocimiento, lo que fue el petróleo y sus derivados para la industrialización de los últimos siglos.
Noticias de las últimas semanas nos preparan para la pronta llegada de mandatos legales y regímenes sancionatorios sobre manejo de datos personales, en mayo de 2023.
La gigante tecnológica de juegos Epic fue multada hace pocos días con 275 millones de dólares por violaciones a la privacidad de menores cuyos datos había recibido por el uso normal de sus productos. En alguna parte de sus procesos internos, compartió sin permiso esos datos con terceros y por ello incumplió las normas, bastante parecidas a las vigentes en Ecuador (la norma ecuatoriana es basada en la europea, más estricta y, no en la norteamericana, más laxa).
Por su parte, Lensa, la app de inteligencia artificial líder para edición y “embellecimiento” de fotos de perfil, protagoniza en estos días otro escándalo asociado a la protección de datos personales. Increíble es que en este caso los datos son imágenes personales.
Resulta que el contrato de términos y servicios de Lensa incluiría advertencias para que las personas solo suban para edición fotos “apropiadas”. Pero para sorpresa de los usuarios -en gran volumen mujeres y muchas de ellas adolescentes- estarían presenciando que el algoritmo de Lensa es capaz de desnudar los vestidos y editar partes íntimas, exponenciándolas cuál caricatura erótica. ¿Qué responsabilidad y qué repercusiones tiene la administración y transferencia de esos datos en forma de imagen? ¿Cuál es el régimen al que se someten menores de edad en esto? ¿Cuál es el entendimiento y la responsabilidad de los padres?
En Ecuador, la ley sí establece regímenes diferenciados para menores de edad, cifrando incluso en 16 un primer escalón de emancipación digital. Los responsables de hacerlo no han nombrado todavía al superintendente que en nuestro país liderará estos debates. Menuda responsabilidad tendrá; ojalá entienda de estas cosas.